"Vamos a hacer que los políticos pongan los pies en el suelo"

Albert Rivera sabe que con los tres escaños que su partido ha logrado en el Parlamento de Cataluña no sacará adelante ningún proyecto de ley, pero sí forzará a los partidos a retratarse, a discutir sobre asuntos que, a su juicio, son los que importan a la ciudadanía. "Nosotros apostamos por el bilingüismo en la educación y cuando lo planteemos en el Parlament, obligaremos a partidos como el PSC a posicionarse al respecto", explica Rivera, presidente de Ciutadans-Partit de la Ciutadania, un partido que promete ser azote del nacionalismo, se considera anti-establishment y se declara socialdemócrata. Ocurrirá lo mismo cuando este nuevo partido proponga una nueva Ley Electoral, listas abiertas y una limitación del mandato del presidente de la Generalitat a ocho años, que son algunas de las primeras ideas que han avanzado. "Vamos a hacer que los políticos pongan los pies en el suelo", recalca Rivera.

Ciutadans volverá a las urnas en las municipales catalanas y en otras comunidades "De nuestro proyecto ha trascendido el bilingüismo, pero es más amplio"

Ciutadans está dispuesto a llegar a acuerdos sobre leyes concretas, pero descarta cualquier tipo de pacto o alianza estable con ningún partido. Tampoco ha recibido ofertas. Al menos, hasta ayer al mediodía. "No han llamado ni para felicitar", comentó ayer un Albert Rivera afónico, agotado tras una noche electoral que le ha convertido en diputado de un partido con cuatro meses de vida.

Y es que la irrupción de Ciutadans -considerado antinacionalista y españolista por sus rivales políticos- en el escenario político ha incomodado al resto los partidos y ha robado votos a algunos de ellos, como el PSC y el PP. "Pero no somos un partido ani-nada. Sólo queremos incorporar otra forma de hacer política y defender los derechos de los ciudadanos por delante de los derechos de los territorios", asegura Rivera.

El presidente del partido, junto con los números dos y tres de las listas de Ciutadans por Barcelona -José Domingo y Antonio Robles- hablará en castellano y en catalán en la Cámara, una decisión que podría resultar anecdótica, pero que para Ciutadans constituye una declaración de principios, ya que la defensa del bilingüismo en la enseñanza y las instituciones es uno de los grandes ejes de su campaña.

El partido se constituyó en mayo de este año a partir de una plataforma llamada Ciutadans de Catalunya impulsada por un grupo de 16 profesionales del mundo de la cultura y el arte como el dramaturgo Albert Boadella, el periodista Arcadi Espada, el catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras y el ensayista Félix de Azúa, entre otros. Un grupo de intelectuales que no apreciaron cambio alguno con el Gobierno tripartito en la que consideran una "deriva nacionalista" de Cataluña, pero que en su mayoría optaron por no aparecer en las listas en Ciutadans. Arcadi Espada niega que los fundadores de la formación hayan dado un paso atrás: "Los firmantes del manifiesto de Ciutadans ya dijimos que no íbamos a dejar nuestras profesiones", explica Espada. Una vez constituido como partido, Ciutadans puso al frente a un joven totalmente desconocido: un abogado de 27 años empleado de La Caixa que nunca había militado en partido alguno, pero que pronto demostró su locuacidad en actos públicos. Su designación no gustó a parte de la militancia, que identificó a Rivera con el sector derechista del partido y la división interna derivó en la baja de 20 de militantes. Pero los inicios de este movimiento, hoy un partido con 3.100 afiliados y 12.000 simpatizantes, arranca en los noventa con la asociación Foro Babel que Francesc de Carreras, Victoria Camps y Eugenio Trias crearon como contrapeso al discurso nacionalista de Convergència.

Ninguno de los promotores ni dirigentes de Ciutadans se ha mostrado sorprendido por el éxito electoral, aunque su líder admite que "es histórico". De Carreras considera que "están sorprendidos aquellos que ignoran la realidad sociedad de Cataluña". España hace una valoración similar. A su juicio, "la realidad mediática no es la realidad".

Los cerca de 90.000 votos que ha logrado Ciutadans proceden principalmente de Barcelona, sobre todo del llamado cinturón rojo, donde precisamente los socialistas han perdido sufragios. En Cornellà del Llobregat, por ejemplo, donde el candidato del PSC, José Montilla fue alcalde durante 19 años, los socialistas han perdido representación respecto a 2003 (del 48,7% al 47,6%), mientras que Ciutadans logró el 4,8% de los votos. El éxito de Ciutadans también se ha nutrido del electorado del PP, que en total ha perdido 80.000 votos y un escaño. En la ciudad de Barcelona, los distritos de la zona alta registraron la mayor representación del equipo de Rivera fueron Les Corts (5,29%) y Sarrià (5,81%).

La formación se presentará en las elecciones municipales en aquellos municipios donde ya han logrado buenos resultados y se plantean exportar su proyecto político a otras comunidades como Madrid o Andalucía. "De nuestro partido sólo ha trascendido el tema del bilingüismo, pero el proyecto es mucho más amplio", explica Rivera, que coloca a Ciutadans en el centro-izquierda. Algunas de sus promesas electorales son el impulso de las viviendas de alquiler asequibles para jóvenes y familias monoparentales, incrementar la inversión en enseñanza y subvencionar el 50% del coste del transporte público para jóvenes y jubilados.