_
_
_
_

Sesenta toneladas de calabazas vendidas en una semana

Francesco Manetto

Imagínense un estadio de fútbol. El campo Teresa Rivero del Rayo Vallecano, por ejemplo. Sin embargo, en cada uno de los más de 15.000 asientos, en lugar de un forofo hay colocada una calabaza. ¿Les parece raro?

No se preocupen, porque eso sólo ocurriría si alguien se tomara la molestia de colocar cada una de las calabazas vendidas la semana pasada en Madrid. Casi 60 toneladas, según las estadísticas de Mercamadrid. La última semana de septiembre no llegaban a 10.

Estas cucurbitáceas son uno de los símbolos de las fiestas de Halloween, por lo menos desde que se difundiera una tradición irlandesa. En particular, la popular versión de las calabazas labradas y vaciadas. Según la leyenda, un hombre conocido como Jack-o-Lanters logró convencer al diablo a trepar encima de un árbol. Después consiguió esculpir una cruz en el tronco y atrapar así al demonio.

Algunos comerciantes de hortalizas de Madrid han sido menos pretenciosos y, sin embargo, han logrado encontrar un pequeño sector de negocio vaciando y esculpiendo calabazas. Como en Frujuca, la verdulería de venta al por mayor en la que trabaja Carlos Días, en la zona de Donoso Cortés. "Hace seis años empezamos a vaciar y esculpir caras y expresiones en las calabazas", comenta. "Después, las vendemos por ocho euros. Hasta ahora ha ido bastante bien".

Caramelos y vampiros

Otro comercio que ha sabido aprovechar el negocio de Halloween ha sido, por ejemplo, el veterano establecimiento de golosinas y disfraces Caramelos Paco, situado en la calle de Toledo. Allí, los clásicos caramelos o las gominolas desde hace unos años se convierten en figuras terroríficas: "Hay uno que deja la lengua verde y otro, con sabor de fresa, que la deja roja, como si estuviera manchada de sangre. También hay caramelos con forma de diablillos, calaveras, huesos y demás motivos de Halloween", comenta el encargado de la tienda, José Antonio Mencía. "Éste ha sido, con diferencia, el mejor año en cuanto a venta de trajes", sigue Mencía. "Abrimos Fiestas Paco hace 20 años, sin embargo, la caja empezó a notar estas celebraciones más o menos a finales de los noventa". Ayer, cualquiera podía entrar en la tienda con unos 20 euros y salir con un puñado de golosinas temáticas en el bolsillo y disfrazado con un traje "completo" de conde Drácula. Y es que los trajes más solicitados demuestran todavía la persistencia en el imaginario colectivo de la cultura romántica europea: el noble vampiro creado por el escritor Bram Stoker, el monstruo de Frankenstein, brujas, vampiresas y monstruos en general... "Aunque también hay cierta demanda de disfraces de Freddy Krueger [el protagonista de la saga cinematográfica Pesadilla en Elm Street], zombies y calaveras". Y si se apunta Hollywood, como siempre, se apunta todo el mundo.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Francesco Manetto
Es editor de EL PAÍS América. Empezó a trabajar en EL PAÍS en 2006 tras cursar el Máster de Periodismo del diario. En Madrid se ha ocupado principalmente de información política y, como corresponsal en la Región Andina, se ha centrado en el posconflicto colombiano y en la crisis venezolana.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_