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70 talibanes mueren en el asalto a una base de la OTAN en Afganistán

Las fuerzas aliadas tuvieron que pedir apoyo de helicópteros y aviación

Alrededor de 70 talibanes murieron el sábado en una intensa batalla de fuerzas de la OTAN, sostenidas con nutrido apoyo aéreo, contra un grupo de entre 100 y 150 islamistas que atacaron una base aliada próxima a la capital de la provincia sureña de Uruzgán, según informó ayer la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF). El enfrentamiento se produjo al concluir una semana en la que también hubo fuertes operaciones en la vecina Kandahar, saldada una de ellas con la muerte de no menos de 12 civiles.

La OTAN calificó de "victoria táctica" la derrota infligida en septiembre a los talibanes en el curso de la Operación Medusa en la provincia de Kandahar. Allí perecieron en torno a 500 integristas y los responsables de ISAF reconocieron entonces que los talibanes se reagruparían e intentarían nuevos ataques.

Es lo que ocurrió durante el fin de semana en la vecina Uruzgán. Entre 100 y 150 talibanes se marcaron como objetivo una base avanzada de ISAF instalada al norte de Tirin Kwot, la capital provincial. El enfrentamiento duró varias horas, en el curso de las cuales las tropas aliadas reclamaron el apoyo de helicópteros de ataque y aviones.

ISAF anunció ayer que los atacantes perdieron 70 hombres a cambio de un solo soldado afgano herido. En otro incidente, un militar aliado de nacionalidad no anunciada (daneses, australianos y estadounidenses constituyen el grueso de ISAF en Uruzgán) murió al estallar una bomba al paso de una caravana militar en otro lugar de la provincia. Otros ocho resultaron heridos.

Los combates del sábado y los librados a principios de semana en Kandahar, fruto de la misma táctica ofensiva de los islamistas tras el repliegue forzado de septiembre, prueban que los talibanes están dispuestos a resistir los planes aliados de extender el control de Kabul a una zona del país en la que la Administración central ha estado históricamente ausente. "El éxito de la operación va a permitir crear y mantener las condiciones necesarias para la reconstrucción y el desarrollo de la región", indicó ayer ISAF. La declaración subraya la nueva estrategia aliada de hacer seguir inmediatamente cada operación militar de una intervención civil orientada a la rehabilitación del territorio.

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