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Reportaje:

Pulso de Don Simón al cava

J. García Carrión producirá en Castilla-La Mancha 100 millones de botellas

J. García Carrión, que es líder en vinos de mesa y ocupa una segunda posición en vinos con denominación de origen, quiere incrementar su presencia, aún pequeña, en el sector del cava. Y quiere hacerlo a lo grande, 50 millones de botellas, y además, en Castilla-La Mancha.

La diversificación ha supuesto al grupo lograr una facturación de 500 millones de euros en 2005 y hacer el 30% de sus ventas en el exterior
En el sector del cava, J. García Carrión contaba con la bodega Jaume Serra, en Cataluña, que produce 18 millones de botellas anuales

A Don Simón no le sacia su hegemonía en vinos con y sin denominación, zumos y gazpachos, y su presencia ascendente en cremas de verduras y caldos. Al grupo J. García Carrión le apetece ahora el cava, donde tiene una presencia escasa -la bodega Jaume Serra-, y ha lanzado un órdago en toda regla. Va a producir 50 millones de botellas de este vino espumoso, con el objetivo de doblar la producción a corto plazo, en tierras de Castilla-La Mancha.

"No pretendemos ser competencia de las grandes reservas de cavas", señala el presidente del grupo José García Carrión. Sin embargo, agrega, consideramos que sí podemos "competir desde Castilla-La Mancha en calidad y en precio con los cavas jóvenes de campaña tanto en el mercado nacional como en el exterior. De ahí nuestra apuesta por entrar en este segmento de bebidas"

J. García Carrión es uno de los grupos en el sector agroalimentario que ha tenido una mayor transformación en la última década, tanto en su oferta como en su facturación. De una actividad centrada originalmente en los vinos de mesa, el grupo ha hecho una decidida apuesta tanto por la diversificación en otras producciones como en la incorporación a su oferta de productos de mayor calidad y valor añadido.

De acuerdo con este planteamiento, el grupo pasó del vino de mesa a estar presente en una decena de denominaciones de origen (DO), donde, en el caso de Viña Arnaiz con DO de Ribera de Duero, ha sido elegido como el vino con una mejor relación calidad precio que se sirve en la clase turista de una treintena de compañías aéreas. En esta línea de ampliación de la oferta pasó de los zumos de concentrados a los zumos exprimidos en fresco, que culmina con la construcción de una planta en Huelva con una inversión de 100 millones de euros y la plantación inicial de 1.500 hectáreas. Con esa misma estrategia amplió su oferta al gazpacho y a cremas de verdura y caldos que produce en Almería.

En el sector del cava, J. García Carrión cuenta con la bodega Jaume Serra, que tiene una producción anual de unos 18 millones de botellas, que en los próximos años pretende duplicar.

Esta política ha supuesto al grupo pasar a facturar casi 500 millones de euros en 2005, con la previsión de doblar las ventas en cuatro años, gracias, sobre todo, al impulso que espera en el mercado de zumos y vinos. Los mercados internacionales absorben hoy el 30% de sus ventas, pero el grupo pretende -y está trabajando en ello- que en los próximos años el 50% o el 60% de su facturación provenga de las exportaciones.

Chispas de quijotismo

J. García Carrión ha acompañado su apuesta por el cava manchego con una inversión de 50 millones en la construcción de una bodega, capaz de producir hasta 100 millones de litros, en Daimiel. El grupo cuenta ya con unas instalaciones que le permiten fermentar el vino en depósitos de 50.000 litros durante un periodo de tres meses, para pasar después a botella. En el caso del cava, la fermentación exigida es de nueve meses en botella.

Este sistema, dice el presidente del grupo, permite obtener buena calidad en el producto y abre la posibilidad de utilizar los depósitos de fermentación cada tres meses. Inicialmente baraja una cifra de ventas de 50 millones de botellas, con posibilidad de llegar a los 100. Para la producción del vino se han elegido variedades de uva también utilizadas en el cava como el macabeo y airen.

La elección de Castilla-La Mancha para la bodega responde a razones logísticas, en esta zona el grupo tiene ya una gran planta de elaboración y envasado, y, sobre todo, el precio de la materia prima. En Cataluña hay un déficit de uvas para la producción de cava y su precio está por las nubes, pero en Castilla-La Mancha hay una oferta suficiente y precios razonables. Esta estrategia les puede permitir vender la botella de cava a un precio aproximado de dos euros.

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