El paraíso de la morosidad
La falta de pago o el retraso es la causa de una de cada cuatro quiebras empresariales en España
En términos de retrasos y fallos en los pagos, España no es un buen ejemplo. Una cultura empresarial permisiva y picaresca, una legislación inadecuada, una justicia lenta y cara, además del miedo a reclamar para no perder negocio, son los factores que han llevado a España a ser un auténtico paraíso de la morosidad, y a tener el índice de pérdidas por impagados más elevado de la UE.
El 70% de las empresas españolas denuncia que sufre pérdidas por los impagados, el índice más elevado de la UE
La magnitud de este problema, tan conocido como tristemente subestimado por los responsables políticos y las organizaciones empresariales, está empezando a ser objeto de atención por parte de las autoridades de Bruselas y de las principales compañías internacionales del seguro de crédito. En concreto, la aseguradora francesa Coface denuncia, en un reciente informe sobre El lado oscuro del crédito comercial, que el 70% de las empresas españolas admiten que tienen problemas económicos por causa de la morosidad en los pagos de las operaciones comerciales, para concluir que "de hecho, la morosidad es la causa de una de cada cuatro quiebras empresariales en España".
Una situación alarmante, cuyas víctimas principales son las pymes, y que corrobora mensualmente el Instituto Nacional de Estadística (INE), que en su último informe, correspondiente al pasado mes de mayo, cifraba en 440.289 los efectos de comercio impagados, por un importe de 770 millones de euros, que suponen un aumento interanual del 3,9%. El importe medio de estos efectos impagados asciende a 1.747 euros, un 5,7% más que en el mismo mes del año anterior.
Beneficios para morosos
Para los responsables de Coface, "esta situación unidireccional puede proporcionar considerables beneficios a las empresas que retrasan sus pagos lo máximo posible", y destacan que aunque las empresas aplican plazos de crédito de 30, 60, 90 días, incluso más, según los usos de cada sector de actividad, "la experiencia sugiere que esto se interpreta generalmente por los clientes como una guía orientativa abierta a la negociación, más que como una condición vinculante de venta, y los costes de esto para una empresa pueden ser sorprendentemente elevados".
El retraso en los pagos no sólo afecta al capital empleado por la empresa proveedora, sino que también reduce el poder de compra, limitando así la competitividad. Además, la extensión del crédito exige una financiación adicional que se traduce en un mayor coste monetario real, al que se añadirán también los costes derivados de la gestión de la deuda y las provisiones por impagados.
Recuerda el informe de la compañía francesa que, en primer lugar, "el precio de los bienes y servicios se fija usualmente teniendo en cuenta el periodo de crédito inicial y cualquier empresa que alarga este plazo introducirá presión sobre su cash flow. Para algunas empresas, los efectos de esta presión "sumarán sólo la pérdida de oportunidades, pero para otras, los efectos pueden ser catastróficos, tal y como demuestran las estadísticas de quiebras".
En efecto, la consecuencia directa de estas prácticas morosas es el incremento de la siniestralidad empresarial. Los últimos datos de Euler Hermes Crédito, filial española del líder mundial en seguro de crédito, muestran cómo el número de insolvencias empresariales en España durante los seis primeros meses de 2006 ha aumentado alrededor del 8% con respecto al mismo periodo del año anterior, alcanzando los 469 casos, frente a los 435 registrados en los seis primeros meses de 2005".
Analizando la siniestralidad por sectores, el mayor número de insolvencias sigue concentrándose, como en años anteriores, en el comercio, la construcción y la industria, mientras que si se observan los datos por regiones, tres de ellas concentran casi el 50% del total: Cataluña, Madrid y Comunidad Valenciana, por ese orden. En Cataluña se contabilizaron un total de 113 casos (24% de la cifra total), 83 de los cuales tuvieron lugar en Barcelona. Madrid registró 62 (13% del total), seguida de la Comunidad Valenciana, con 55 (12%). Hay que destacar el hecho de que Cataluña prácticamente duplica el número de casos contabilizados en Madrid para unas cifras de PIB que no difieren significativamente.
Empleos en peligro
Hasta finales de junio, los concursos han puesto en peligro los puestos de trabajo de casi 10.000 personas. Según estimaciones de Euler Hermes Crédito, las empresas que se ven más afectadas son las que cuentan con un número de trabajadores de entre 10 y 19 (110 empresas, aproximadamente), seguidas de las que tienen entre 20 y 49 (91 empresas).
Los técnicos de la filial española de Euler Hermes matizan, a este respecto, que "España ha vivido al margen del contexto internacional de ralentización registrado en las principales economías del mundo durante los últimos años".
A pesar de que el crecimiento español se mantiene todavía fuerte en comparación con el de otros países (3,4% en 2005), "el contexto mundial de retroceso empieza a hacerse evidente y el PIB de 2006 experimentará un crecimiento algo menor, aunque aún vigoroso, en torno al 3%, según las previsiones. No debemos olvidar, además, que la economía española se caracteriza por su elevada tasa de inflación y por un déficit comercial que, a pesar del aumento de la demanda europea, sigue creciendo. Pero quizá el factor que introduce mayor dosis de incertidumbre sea la escalada de los tipos de interés, con el peligro asociado de una caída del consumo, así como de un aumento de la morosidad en operaciones con particulares".
En este contexto de cifras y coyuntura, Euler Hermes mantiene su previsión de crecimiento de las insolvencias en España en un 10% para todo el año 2006 y la continuidad de esta tendencia a lo largo del ejercicio de 2007.
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