Rajoy exige a Zapatero que rompa el proceso ante las provocaciones de ETA

Apenas había hablado Mariano Rajoy desde que se conoció la noticia del robo de armas en Francia a manos de ETA, según los indicios, pero ayer lo hizo de forma tajante. Después de enumerar los últimos acontecimientos y calificarlos de "provocación" de ETA-Batasuna, como se le llama en el PP, concluyó con una exigencia al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero: "Su obligación es defender la dignidad del Gobierno, debe romper el actual proceso y volver al pacto por las libertades y contra el terrorismo".

Rajoy estaba ayer en Sevilla como estrella invitada de un acto organizado por el PP andaluz para explicar el pacto alcanzado con el PSOE para aprobar el Estatuto, que supone aceptar la inclusión del término "realidad nacional" en el Preámbulo, como querían los socialistas, pero vinculado sólo a la historia y con un "dentro de la indisoluble unidad de España", como quería el PP. El líder de este partido, criticado desde los medios conservadores por aceptar la realidad nacional, se declaró "orgulloso" del pacto. A cambio, Rajoy recibió el agradecimiento de todos los cuadros del PP andaluz, ansiosos por entrar en el consenso estatutario, al contrario de lo que sucedió en 1980.

"Aquí sólo gana ETA"

El presidente del PP estaba, sin embargo, más preocupado por la política nacional y sobre todo el proceso de paz, a lo que dedicó gran parte de su discurso. Sí al pacto para el Estatuto, pero no para avalar la estrategia frente a ETA del Gobierno, vino a decir. "Yo no apoyo la política antiterrorista porque es mala para España. Había un pacto político, y Zapatero lo rompió. Hoy estamos en una situación de máxima división, en la sociedad, en los partidos, en los medios, los jueces, los fiscales y ahora la Unión Europea. ¿Y todo para qué? Aquí sólo gana ETA".

Para el presidente del PP, su partido no tiene ninguna responsabilidad en esa división. Es el presidente el único culpable. "Zapatero ha creado esta división, pero después se esconde. Y ahora llega el robo de las 350 pistolas. ¡Menuda forma de hacer un proceso de paz! Hoy, Arnaldo Otegi da una rueda de prensa con otros 15 imputados. ¡Basta de provocaciones de ETA!".

Rajoy aprovechó para lanzar su habitual lista de sospechas y preguntas sin respuesta sobre las conversaciones entre los socialistas y Batasuna y la posibilidad de que ya haya cuestiones pactadas. "Tienen que explicar lo de De Juana Chaos. ¿Por qué se le pedían 96 años y ahora sólo cuatro? [el fiscal ha pedido entre 4 y 13 años]. Tienen que explicar qué están hablando de Navarra, de Francia. ¿Hasta cuándo vamos a seguir así?".

Esta dureza con el Gobierno precisamente el día en que acudía a Sevilla a explicar un relevante pacto con el PSOE tiene un significado claro. Rajoy está dispuesto a una oposición sin tregua en cuestiones como el terrorismo o el Estatuto catalán, en las que su electorado y su partido se muestran unidos, pero es más flexible con asuntos como el Estatuto andaluz, donde era su propio partido, dirigido aquí por Javier Arenas, quien reclamaba un acuerdo. De hecho, ayer el comentario en los pasillos al acabar el mitin era lo importante que resulta para el PP entrar en este pacto para evitar el efecto del "sambenito injusto", según lo definió Arenas, de que este partido no apoyó el Estatuto de autonomía en el referéndum de 1980. Esa losa ha pesado en el PP andaluz 25 años.

Uno tras otro, los teloneros de Rajoy, algunos cargos del partido y el candidato a la alcaldía sevillana, Juan Ignacio Zoido, no podían disimular su alegría con un pacto que en esta comunidad beneficia al partido pero que el PP tendrá que explicar en el resto del país, sobre todo por el término "realidad nacional". "Andalucía no se define como realidad nacional", insistieron todos, incluido Arenas, conscientes de las críticas de ala más conservadora y especialmente de la cadena Cope.