El PSE plantea estudiar la realidad de la prostitución

El PSE quiere que salga a la luz la situación real que atraviesan las prostitutas en Euskadi y se adopten las medidas necesarias para regular su actividad. Por ello, los socialistas han presentado una proposición no de ley en el Parlamento en la que instan al Gobierno a elaborar un estudio sobre la situación de la prostitución en la comunidad autónoma antes del 30 de junio de 2007 y a remitirlo a la Cámara. Este informe debe ser el paso previo, según el PSE, para un debate a fondo que obligue a las instituciones a replantearse su política de intervención en este campo.

La parlamentaria socialista autora de la propuesta, Gemma Zabaleta, explicó ayer que ese estudio permitirá conocer los pormenores de la prostitución en el País Vasco y "sacar del armario" esta actividad. "Hay muchos aspectos a tener en cuenta, desde el enfoque económico hasta la alegalidad en la que se encuentran las personas que ejercen la prostitución. Es un caldo de cultivo excelente para que proliferen las mafias, la extorsión y el abuso", destacó.

Euskadi no cuenta con ningún tipo de regulación de esta actividad, a diferencia de lo que ocurre en otras comunidades, como Cataluña, que ha regulado el funcionamiento de los locales que se dedican a la prostitución y que prohíbe ejercer esta actividad en la calle. En otros seis parlamentos autonómicos se han creado ponencias que están debatiendo en la actualidad sobre esta cuestión.

"No queremos", añadió Zabaleta, "abrir un debate moral sobre la prostitución, sino saber cuál es la realidad". La parlamentaria socialista detalló las diferentes propuestas planteadas en estos momentos en Europa para regular la prostitución. Por una parte, está el modelo holandés, donde todo se encuentra organizado, tanto en lo referente a la sanidad como a las condiciones económicas (quienes ejercen la prostitución figuran en el régimen de autónomos). Por otro lado, se encuentra el modelo de los países nórdicos, donde se persigue al consumidor de sexo. "Estos países consideran que persiguiendo a los usuarios se acaba con la actividad, ya que cada vez hay menos demanda", recordó Zabaleta.

Emakunde ya elaboró en el año 2002 un informe, en el que siete de cada diez encuestados se pronunciaron a favor de la legalización de las prostitutas que trabajan en pisos.