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Contra la rutina, ejercicio

El mejor remedio ante los desafíos y el ajetreo de la vida moderna es, según los expertos, una cuidada y constante actividad física.

"Se ha demostrado que el deporte ayuda a combatir y mejorar los síntomas de la ansiedad y la depresión, aumentar el entusiasmo y el optimismo", explica Juan José González Iturri, presidente de la Federación Española de Medicina del Deporte. "Quienes practican de forma regular cualquier ejercicio o actividad física tienen una mejor respuesta ante las decepciones y se fortalecen ante el trabajo y el cansancio. Se mejora la imagen del propio cuerpo, el concepto personal y se fortalece la voluntad".

El estrés negativo (conocido como distrés) puede desencadenarse por muchas razones personales y laborales. Normalmente se combinan ambos factores. La doctora Márquez, autora del libro Ansiedad, estrés y deporte, recuerda un dato que el Ministerio de Trabajo hizo público en junio según el cual un 34% de los accidentes laborales son motivados por el sobreesfuerzo físico, los traumas psíquicos, el estrés, el acoso laboral, la movilidad laboral o la falta de estabilidad en el trabajo.

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Un estudio de la Fundación Kovacs afirma que las dolencias de la espalda son la principal causa de absentismo laboral en los países industrializados. Para el doctor Francisco Kovacs, director de su departamento científico, entre los factores destacan "la ansiedad, el estrés, la depresión, la tendencia al aislamiento social y ciertos factores laborales como estar poco satisfecho con el trabajo que se desempeña o carecer de capacidad de decisión en el trabajo. Dichos estudios demuestran consistentemente el efecto beneficioso del ejercicio sobre el riesgo de padecer dolencias de la espalda y, en caso de que aparezcan, sobre su duración".

Japón es uno de los países pioneros, junto a Estados Unidos, en la promoción de la actividad física en el entorno laboral. Muchas empresas niponas incluyen sesiones de ejercicios dentro de la jornada laboral. La NASA también puso en marcha a finales de los años sesenta un programa de ejercicio físico que ha derivado en la mejora de la productividad y la reducción de las bajas laborales. Para Mariano Alonso Puig, médico cirujano general y del aparato digestivo, gran parte del absentismo laboral y de las bajas por depresión en las empresas se reducirían si los empleados practicaran más ejercicio físico: "El organismo humano no está preparado para el sedentarismo, sino para el movimiento y la exploración. Tenemos datos contrastados de la enorme tensión a la que estamos sometidos en el entorno empresarial y es misión de todos hacer frente a este problema".

Mente sana, trabajo sano. El entrenador personal Fernando Sartorius cree que es cada vez más habitual que las empresas se preocupen por la salud de sus empleados en España: "El estrés, las comidas poco sanas, el estilo de vida sedentario, el trabajo en condiciones frenéticas… se consideran serios riesgos para la salud. En resumen, unos trabajadores en buena forma, motivados física y mentalmente, rinden mucho más. Por eso es fundamental recomendar y facilitar la práctica deportiva en las empresas. Conscientes de ello, cada vez son más los directores de recursos humanos que se ponen en contacto con profesionales como yo para que les ayuden a implantar programas de ejercicio".

El Banco Santander Central Hispano ha sido pionero en el diseño de medidas que fomenten la actividad física entre sus empleados. En la Ciudad Santander, en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, han construido un centro deportivo de 15.000 metros cuadrados donde sus empleados disponen de amplia oferta para practicar deporte. A esto hay que unir, como señala José Luis Gómez Alciturri, director general adjunto del Banco Santander y responsable de recursos humanos, que dentro del área médica se ofrecen servicios orientados al tratamiento de la salud como fisioterapia activa y pasiva, osteopatía, masaje terapéutico, deportivo y quiromasaje, rehabilitación de columna con pilates o talleres posturales y ejercicios de potenciación y rehabilitación.

Sólo hace falta tiempo y voluntad. Como explica Fernando Sartorius al recordar una recomendación surgida en una conversación con un amigo doctor, "la actividad física es tan beneficiosa para la mente que si se pudiera prescribir en forma de pastillas sería la píldora más vendida del mundo".

"Prefiero el aire libre; ya paso suficiente tiempo entre cuatro paredes"

Ícaro Obregón. 27 años. Programador creativo en una agencia de publicidad. Deportes que practica: escalada y fútbol.

Pasarse el día trabajando con dos pantallas de ordenador y en lenguaje de programación no debe de ser nada sencillo. Para Ícaro es el pan de cada día, por lo que busca en la escalada y el fútbol su particular forma de evasión. "Prefiero los deportes al aire libre porque los deportes confinados me agobian. Ya me paso mucho tiempo entre cuatro paredes". El Pontón de la Oliva es el particular oasis de este joven madrileño. "Empecé a escalar con 18 años. Un amigo necesitaba a alguien para ir y me apunté. Me di cuenta de que me aportaba mucha tranquilidad y me ayudaba a superarme personalmente. Cuando ves una pared de roca y sabes que la tienes que subir, aprietas los dientes y haces lo que haga falta para alcanzar tu meta. La sensación de autosuperación es muy placentera". Además de la escalada, Ícaro es un amante del fútbol y juega como portero en el equipo de su agencia: "Con esto es fácil desestresarse porque no sólo cuenta el partido, en el que te evades y sueltas adrenalina junto a los compañeros. También cuenta el famoso tercer tiempo. La cervecita y las risas de después, hayamos ganado o perdido, también ayudan a irme tranquilo a casa".

"Sin esto me haría el haraquiri"

Felipe de Sande Díaz. 28 años. Periodista y editor de vídeo. Practica surf, windsurf, snowboard y fútbol.

Al lado de la definición de inquieto, en el diccionario debería salir su foto. Practica todos los deportes que puede porque, como dice en su blog, son su vida, pero también porque con el ejercicio logra olvidarse de todo: "A mí me estresa trabajar de noche, la desorganización, los cambios bruscos de horario, la rutina… Haciendo deporte dejo la mente en blanco, sólo pienso en lo que hago en ese momento". Lo peor llega con las lesiones; según comenta, "estar parado adormece, me haría el haraquiri sin el deporte". Puestos a elegir, ¿con qué se queda? "Me vale todo, pero si es al aire libre, es perfecto; si hay agua o nieve de por medio, la satisfacción y la liberación se multiplican". Con el windsurf ha encontrado la horma de su zapato: "Es un reto, un aprendizaje continuo; cada esfuerzo tiene su recompensa. Lo difícil acaba proporcionando más bienestar, cada día navegando es nuevo, siempre tienes algo diferente que aprender; es un camino largo, pero lleno de satisfacciones. Es increíble la sensación que deja navegar sólo por el disfrute, por el contacto con el viento y el agua; por muy cansado que estés al terminar, te sientes como nuevo, ganas confianza. El windsurf engancha".

"El ejercicio me permite tiempo para estar sola y relajarme"

Lourdes Calzacorta. 33 años. Educadora social y técnico de proyectos en una ONG.l Practica esquí, ciclismo, taekwondo y pádel.

Desde pequeña practicó todo tipo de deportes. Luego llegó el pádel, esquí, ciclismo o taekwondo. El ejercicio es algo cotidiano en su vida, o así era hasta que tuvo a su primer hijo, hace año y medio: "En el embarazo lo pasé mal, fue el único periodo difícil de mi vida porque no podía hacer deporte". La vida de Lourdes se asemeja, como la de tantas madres en España, casi a un maratón. Trabaja como técnico de proyectos en la ONG Misión América y como educadora social en un centro de discapacitados psíquicos, la Fundación Pardo-Valcarce. A esto hay que unir desde hace algún tiempo el cuidado de su hijo: "Como está un poco más mayor, ahora puedo permitirme combinar los horarios con mi marido y hacer algo de deporte. Lo necesito para estar bien conmigo misma porque me permite tener tiempo para estar sola y relajarme. Me gustaría poder hacer más deporte, pero no te creas que me quejo. Con mi pareja, por ejemplo, hacemos mucho montañismo y senderismo, nos llevamos a nuestro hijo en una mochila. Este verano hemos estado aprendiendo a hacer surf".

"Se debería incentivar el deporte en las empresas"

Verónica Valverde. 31 años. Productora. Descenso de cañones, esquí, pilates, gimnasio.

"No soy experta en nada, pero hago de todo". Verónica planifica los deportes que más le gusta practicar según la estación en la que se encuentre. Esquí en invierno y esquí de agua y descenso de cañones en verano. En las épocas de entretiempo se pasa por el gimnasio y por clases de pilates. "El deporte exterior es lo que más me gusta porque es más excitante y relajante, pero también hago pilates porque me ayuda a moverme correctamente, a preparar mi cuerpo para hacer otros deportes y evitar lesiones". Verónica está convencida de los beneficios derivados del deporte: "No me considero una predicadora, pero cuando alguien cercano se queja de algún dolor o de estar agobiado, le recomiendo ejercitarse. No es sólo que se mejore físicamente, mentalmente también. Yo misma considero clave el deporte, sin él estoy más susceptible, porque acumulo los nervios, además ya se ha explicado que haciendo ejercicio se liberan endorfinas que provocan felicidad. Estaría bien que las empresas promocionaran las prácticas deportivas entre los empleados. Favorecerían una cultura de cuidado corporal que seguro que haría que todos trabajaran mejor".

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