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Cumbre de la UE en Finlandia

Zapatero propone que se ordene la inmigración legal que necesita Europa

El presidente español pide a los Veinticinco una revisión de las reglas de rescate en el mar

España volvió a incluir ayer la inmigración en la agenda de los líderes europeos, reunidos en la ciudad finlandesa de Lahti. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió a los miembros de la UE revisar el derecho marítimo, en concreto las normas sobre el rescate de inmigrantes clandestinos en alta mar, e insistió en la necesidad de ordenar la llegada de trabajadores extranjeros. Ésas fueron dos de las ideas que Zapatero lanzó a sus homólogos europeos en el debate sobre inmigración celebrado durante el almuerzo, por invitación de la presidencia finlandesa de la UE.

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Europa es "un continente envejecido y desarrollado que necesita inmigrantes", explicó el presidente español poco después del encuentro, en conferencia de prensa. "Quien quiera venir tiene que llamar a la puerta y entrar de forma ordenada", indicó Zapatero, quien aseguró haber recibido el apoyo explícito de los países del sur de Europa a sus propuestas.

Ocho países europeos enviaron una carta en septiembre al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, en la que le pidieron que la Unión se movilice para dar salida a los problemas que plantea la inmigración. Y fue Barroso el que ayer destacó el "amplio apoyo a nuestro enfoque común de la inmigración y a las peticiones del presidente español, respaldadas por muchos jefes de Estado y de Gobierno". "Éste no es un problema para los países del sur, sino para toda Europa", estimó Barroso.

Pero a pesar del consenso entre los Veinticinco de que la inmigración es un asunto europeo, la cuestión no está exenta de tensiones. Son varios los países que critican al Gobierno español por haber acometido una regularización masiva el año pasado, sin tener en cuenta a los socios de la UE, a los que ahora acude para pedir ayuda. El presidente francés, Jacques Chirac, fue el encargado ayer de verbalizar esas críticas. "Quinientas mil personas regularizadas, con las familias que ello comporta, no deja de tener consecuencias sobre el conjunto de los países Schengen", dijo ayer Chirac a los periodistas.

El presidente español abrió el melón de los desafíos que plantea el derecho marítimo en relación con la inmigración. Cuando un barco se topa con un naufragio, el derecho obliga al rescate y a trasladar a los náufragos al país del pabellón del barco. La idea es regular el rescate de manera diferenciada para el caso de los inmigrantes. "No estamos recogiendo náufragos, sino inmigrantes ilegales", explicaron fuentes del Ejecutivo español.

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Zapatero invitó además a sus homólogos a debatir la situación de los menores no acompañados que llegan hasta las costas, y que una vez en España, la ley establece que no pueden ser repatriados a no ser que el país de origen lo solicite. A principios de octubre, Canarias acogía un total de 900 menores inmigrantes que han comenzado a ser trasladados a distintos puntos de la Península para descongestionar los centros canarios. Zapatero propuso la búsqueda de nuevas iniciativas en este campo, y los países de la UE mostraron su solidaridad de forma genérica ante el problema de los menores, según el presidente.

El dirigente español pidió además a los líderes europeos más medios para reforzar y prolongar la misión de patrullaje de las costas africanas que coordina la jovencísima Agencia Europea de Fronteras (Frontex), y en la que participan varios países europeos. "Pero para ello tiene que haber un compromiso de los Estados europeos", dijo Zapatero.

Reticencias

Hasta el momento, los países europeos se han mostrado reticentes a aportar más medios a la misión de Frontex, como quedó plasmado en el Consejo Europeo celebrado en Tampere (Finlandia) el pasado septiembre. Los Veinticinco miraron entonces hacia otro lado tras la petición española de más barcos y más aviones para patrullar. Ayer, por tratarse de un encuentro informal, no estaba previsto que ningún país hiciera ofertas concretas, y habrá que esperar al mes de diciembre, para asistir a algún ofrecimiento.

Vincular la inmigración legal con la ilegal fue otra de las cuestiones que llevó ayer el Gobierno español a la cumbre. Zapatero sostiene que la necesidad de mano de obra que atraviesa Europa, y que aumentará en los próximos años debido al envejecimiento de la población, requiere que la UE organice y regule los flujos migratorios. Entre las medidas propuestas, figura la creación de oficinas europeas en terceros países, que canalicen la inmigración legal e informen sobre las oportunidades laborales en Europa. Esas mismas oficinas servirían para el intercambio de información entre los distintos países sobre la naturaleza de los inmigrantes y sus vías de acceso a Europa.

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