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Problemas de movilidad

Las primeras lluvias de otoño traen el caos

Las carreteras de acceso a Madrid registran 180 kilómetros de atascos y se doblan los accidentes

El frente frío que entró anteayer por el oeste de la Península barrió la región. La ecuación lluvia más coches igual a caos se volvió a repetir durante buena parte del día en la capital. El aguacero, que se había iniciado el lunes por la noche, arreció en la madrugada y anoche no había cesado. En 12 horas (de 8.00 a 20.00) cayeron más de 30 litros por metro cuadrado. El agua provocó atascos que sumaron 180 kilómetros en las autovías de acceso a Madrid. El túnel de la cuesta de San Vicente se cortó al tráfico desde las 6.00 hasta las 9.20, lo que provocó a su vez un colapso de más de 20 kilómetros en A-5. Un tramo de la línea 5 de metro tuvo que cortarse casi cuatro horas por inundación. PP y PSOE se culparon mutuamente del caos, que, una vez más, sufrió la capital.

El túnel de la cuesta de San Vicente se inundó y tuvo que ser cortado más de tres horas
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143 kilómetros de atascos en Madrid en el segundo día de lluvias

La frase "si es que cada vez que caen cuatro gotas, se monta..." se oía ayer una y otra vez entre los conductores, los usuarios del transporte público y los viandantes. Los vecinos de la periferia que intentaron acceder a Madrid fueron los que más sufrieron el embotellamiento. "He tardado en autobús una hora y media en ir desde San Sebastián de los Reyes a la plaza de Castilla, cuando ese trayecto lo hago en media hora. Y no sólo que haya atasco... ¡es que por la calle tampoco se puede ni andar!", se quejaba Víctor Peña a mediodía.

"Pues sí, mis hijas han llegado media hora tarde al colegio. Había atasco en Tres Cantos, la carretera de Colmenar y Alcobendas", contaba Carmen Herrán. Otro vecino de Boadilla del Monte, Jorge de la Flor, tenía que estar en el médico en la calle de Modesto Lafuente de Madrid a las 8.30: "He salido a las 7.00 de mi casa y he llegado al médico a las 9.10. De ahí me he ido a las 10.15 y he llegado a Boadilla a las 11.35. Sin comentarios".

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Las autovías de acceso a Madrid se atascaron desde las seis de la mañana hasta pasadas las diez. Las seis carreteras, junto a la M-40, la M-45 y la M-50, registraron en total hasta 180 kilómetros de retenciones. La M-40 tenía a primera hora de la mañana 50 kilómetros de atascos.

Pero la peor parte se la llevaron los conductores que tuvieron que circular por la autovía de Extremadura (A-5); con más de 20 kilómetros de atasco durante toda la mañana, entre los kilómetros 4 y 24. El motivo: el túnel de la cuesta de San Vicente, que une la zona centro con la A-5 y viceversa, se llenó de agua y tuvo que ser cortado desde las seis de la mañana hasta las 9.20.

Y cuando los coches, por fin, lograron entrar en la ciudad, entonces se colapsó la capital. "Ha habido atasco en la zona este de la M-30; en José Abascal; Raimundo Fernández Villaverde y O?Donnell", afirmaron desde el centro de pantallas del Ayuntamiento de Madrid.

En 12 horas, cayeron en la capital más de 30 litros por metro cuadrado. En Cercedilla, la cifra subió hasta los 46 litros. Varios municipios de la región, como Galapagar, Alcobendas, Getafe o Pinto, tuvieron grandes balsas de agua, filtraciones e inundaciones. En la capital los bomberos realizaron 124 intervenciones, el doble que un día seco, según Emergencias Madrid.

Una de las actuaciones en las que los bomberos emplearon más tiempo ocurrió en el número 47 del paseo de la Florida, donde se inundó un sótano.

En la Comunidad de Madrid, se registraron un total de 78 accidentes de tráfico por culpa de la lluvia, el doble que el martes de la semana pasada, según informó un portavoz del servicio Emergencias 112.

Todos estos datos se tradujeron en una jornada caótica, donde mucha gente llegó tarde al trabajo. La hora punta, que normalmente termina a las diez de la mañana, ayer se prolongó una hora más. Desde Moncloa hasta Alonso Martínez los aparcamientos no tenían plazas libres. Los portales se llenaron de gente refugiándose de la lluvia. No se encontraban taxis. De fondo, una sinfonía de cláxones acompañaban el enfado de los conductores. Las personas sin hogar fueron las que se llevaron la peor parte. "Cuando ha empezado a llover, el metro ya estaba cerrado y no nos hemos podido refugiar. Estamos mojados y sin otra ropa que ponernos", contaban unos hombres a la hora de comer en la entrada del aparcamiento de la plaza de España.

Los políticos aprovecharon el caos para culparse mutuamente de lo ocurrido bajo el argumento de que no es normal que cada vez que llueve la ciudad se vuelva intransitable. La última jornada de este tipo fue el pasado 15 de junio, cuando una tromba de agua colapsó la capital.

El PP, que gobierna el Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid, aseguró que el caos se había centrado en las autovías de acceso a la ciudad, que gestiona el Gobierno central, del PSOE. "Los atascos se producen siempre en las radiales y la M-40, que dependen del Ministerio de Fomento", acusó el portavoz del PP en la Asamblea, Antonio Beteta. El Grupo Municipal Socialista contestó echándole la culpa a "la incapacidad del alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, para organizar el tráfico, que produce una enorme pérdida de tiempo a los madrileños". El sindicato UGT de Madrid demandó un Plan de Movilidad Sostenible que mejore los "graves problemas de movilidad que existen en la región y que derivan en el caos circulatorio como el vivido hoy [por ayer] a causa de la lluvia".

El frente frío que trajo las lluvias, asociado a una borrasca entre Las Azores y Portugal se desplazará en los próximos días hacia Irlanda. El Instituto Nacional de Meteorología predice que la lluvia aún continuará hoy por la mañana en la región.

Tercera inundación desde junio del mismo tramo de la línea 5 de metro

La línea 5 de metro, la de color verde que une las estaciones de Canillejas y Casa de Campo, se ha inundado por culpa de la lluvia tres veces desde el pasado mes de junio. Y siempre en el mismo tramo, en el que discurre cercano a Marqués de Vadillo.

Volvió a ocurrir ayer, y durante dos veces tuvieron que ser cortados sendos tramos. Desde las 8.40 hasta las 10.15, en plena hora punta, no hubo servicio entre las cuatro estaciones que van desde Acacias a Urgel (Acacias, Pirámides, Marqués de Vadillo y Urgel); y desde las 13.45 y durante dos horas ocurrió lo mismo entre Acacias a Oporto. "La inundación se ha producido en una zona que va desde Marqués de Vadillo a Pirámides. Ahí están las obras de la M-30 y la lluvia ha arrastrado el barro y los residuos; que a su vez han atascado los colectores exteriores municipales. Estos se han desbordado y el agua ha entrado en el metro", explicaron fuentes del suburbano.

Un portavoz municipal negó que la inundación hubiese sido culpa de las obras de la M-30. "El problema es que la línea 5 de metro está antigua y obsoleta y cada vez que se inunda no hay forma de evacuar el agua. No hay un sistema adecuado por hacerlo y en eso no tienen nada que ver las obras de la M-30", afirmó. Lo cierto es que por unos o por otros la línea 5 de metro siempre se ve afectada cada vez que llueve en la capital. Desde el sindicato CCOO, aseguran que el problema es la suma de dos cosas: las dificultades que presenta el trazado de la línea 5, que en el tramo afectado discurre por debajo del río Manzanares, y la obra de la M-30.

"Las continuas excavaciones, ha dejado a la línea 5 con más puntos débiles", denunciaron desde CCOO. De nuevo, el pasado 17 de agosto, la estación de Marqués de Vadillo tuvo que cerrar durante dos horas por culpa de una inundación. Y la tromba de agua que cayó en la capital dos meses antes obligó también al corte de la línea 5 durante horas.

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