Un nuevo convenio permite a Andorra seguir exportando escombros a Cataluña

Un nuevo convenio entre España y Andorra permitirá al vecino país continuar exportando a Cataluña toneladas de escombros procedentes de la construcción. El anterior acuerdo bilateral sobre traslado y gestión de residuos caducó a finales de 2005. La falta de control de esta actividad obligó a la Generalitat a supervisar en la frontera las cargas de los camiones que diariamente depositaban materiales diversos en alguno de los muchos vertederos que proliferan en el área de influencia de La Seu d'Urgell, casi siempre en terrenos particulares o municipales.

El convenio, que tendrá una duración de cuatro años, fue firmado ayer por los ministros de Medio Ambiente de ambos países, Cristina Narbona y Antoni Puigdellívol. Tiene como objetivo establecer las normas que deberá observar Andorra para trasladar a Cataluña los residuos producidos exclusivamente en su territorio, para poderlos gestionar de forma ambientalmente correcta y de acuerdo con los convenios internacionales. El documento, de 14 puntos, incluye una cláusula referida a los residuos que podrá trasladar a los vertederos del Alt Urgell, y cita expresamente las cenizas que genere su planta de incineración durante un periodo máximo de dos años. Posteriormente, las autoridades andorranas deberán llegar a un acuerdo con Francia.

Respecto a los escombros procedentes de la construcción, el convenio indica que Andorra sólo podrá exportar aquellos materiales que puedan ser reciclables o reutilizables, y, en ningún caso, tierras procedentes de excavaciones. El Gobierno andorrano se compromete a adoptar medidas de vigilancia y control para garantizar que los traslados se efectúen de acuerdo con lo que dispone la Unión Europea y a llevar un registro actualizado sobre el origen, destino y fecha de los traslados. Además, una comisión bilateral formada por tres miembros de cada Gobierno se reunirá dos veces al año para hacer un seguimiento de acuerdo. Narbona dijo que el convenio es el mejor sistema para evitar que continúen los vertidos incontrolados.