Coches de lujo, bancos y un hotel entre frutas y verduras

"Es una ciudad dentro de otra, con su vida propia y su identidad". De este modo define el consejero delegado de Economía, Miguel Ángel Villanueva, la actividad de Mercamadrid. Esta ciudad alimentaria, que respira 24 horas todos días del año, no sólo engulle y despacha comida. También satisface las necesidades de sus más de 8.000 trabajadores y 15.000 visitantes diarios.

El mercado no duerme. Más de 69 locales comerciales velan para atender a sus usuarios. El centro administrativo es un gran edificio desde donde se controla todo. Está flanqueado por las instalaciones del Samur y los locales de la policía y servicios sanitarios.

Pero, además, la plataforma logística cuenta con más de una veintena de cafeterías y restaurantes, media docena de comercios que proveen de utensilios y vestuario laboral a los trabajadores del centro. Y una decena de entidades bancarias. "La oficina que más movimiento de dinero tiene en Madrid, está aquí", cuenta un responsable de la empresa municipal. También hay un lujoso hotel con sala de conferencias.

Hay, además, otros negocios como una inmobiliaria, agencia de viajes, asesoría fiscal y gestoría, tiendas de informática, comercios de telefonía móvil, quioscos de loterías. Incluso hay un concesionario de vehículos industriales y otro de vehículos de lujo. "Aquí hay la mayor concentración de Mercedes y BMW de Madrid", afirma un trabajador. "Hay hasta un Ferrari".