Zapatero sostiene que la ambigüedad de Bono desató falsas expectativas

José Luis Rodríguez Zapatero admitió ayer que la fórmula que utilizó el ex ministro de Defensa y ex presidente castellano-manchego José Bono para responder a la pregunta sobre su disposición a ser candidato a la alcaldía de Madrid dio lugar a "una expectativa que no era real". No obstante, Zapatero, que ayer mismo habló con Bono, declaró su "absoluto respeto" a su decisión y subrayó su "relación intensa y fraternal". También aseguró que "aún no hay candidato" socialista a la alcaldía de Madrid, pero apuntó que será del PSOE y saldrá de las instituciones.

Zapatero aprovechó la recepción del Palacio Real, con motivo de la Fiesta Nacional, para dar su versión del fiasco que el PSOE protagonizó el martes para tratar de la candidatura a la alcaldía de Madrid de Bono. El presidente explicó que nunca contó con que Bono fuera candidato a la alcaldía ya que hace un mes, el ex ministro rechazó su propuesta y la del secretario de Organización del PSOE, José Blanco. Zapatero explicó que cuando el lunes se entrevistó con Bono, "en ningún momento dio por seguro nada, en absoluto".

No obstante, el presidente admitió que cuando el martes por la mañana Bono declaró en un acto público, al preguntarle por la candidatura a la alcaldía de Madrid, que "los dulces no amargan a nadie" y que estaba "a disposición del partido", utilizó "una fórmula que generó una expectativa que no era real". "Fue un día de descoloque y sorprendente", dijo Zapatero, que evitó señalar que fue Blanco el que se aferró a la expectativa generada por Bono.

El presidente negó que estuviera "enfadado" con el ex ministro de Defensa por haber dejado crecer la expectativa a lo largo del martes. "Estaría enfadado o disgustado si, por ejemplo, cerraran una fábrica y muchas personas quedaran desempleadas. Lo sucedido, siempre nos va a esforzar a hacerlo mejor", dijo.

También aclaró que "ha desistido" de tratar de convencer a Bono para que sea candidato. "Ha dejado la política de primera línea, al menos, durante un tiempo". Cuando se le planteó si estaba dispuesto a ofrecer a Bono que encabezase una lista en las elecciones generales, cortó: "Ahora, dejemos estar a Bono. Dejémosle tranquilo".

En cuanto al nuevo candidato a la alcaldía de Madrid, Zapatero contestó: "Se conocerá cuando tenga que ser" y fijó como plazo máximo la sesión del Comité Federal del Partido Socialista del 18 de noviembre. Zapatero indicó que tanto él como Rafael Simancas, secretario general de los socialistas madrileños, cuentan con "varias posibilidades". El presidente detalló que no estaba en sus planes que el candidato fuera ministro, descartando, con ello, la posibilidad de que fueran la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega o la titular de Medio Ambiente, Cristina Narbona. En alusión a Fernández de la Vega, dijo: "Sólo será candidato quien quiera serlo".

El líder socialista no descartó que el candidato provenga "del Parlamento ni del Parlamento Europeo ni nada". "No puedo descartar a alguien que pueda querer. ¿Quién soy yo para descartar a alguien?". Precisó que el candidato debe tener como rasgos: "Fuerte para ir a ganar y querer ser candidato de verdad, estar convencido y creérselo".

Aunque Zapatero no descarta del todo que el candidato sea un independiente, se inclina, ahora, por alguien del partido, sea cual sea el ámbito o institución de la que proceda, en España o fuera. Salió a relucir el nombre de Josep Borrell, presidente del Parlamento Europeo, pero Zapatero no se pronunció, aunque recordó, cuando se le dijo que era catalán, que contaba con experiencia en Madrid, como edil y diputado provincial.

También dijo ayer Zapatero que cuando el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, deje ese departamento para competir por la presidencia del Gobierno de Canarias, "es más probable" que sea una mujer quien le sustituya.