El PSE insta a Educación a fijar la cuota de inmigrantes en cada colegio
La escuela pública y las 'ikastolas' respaldan la propuesta socialista
La continua llegada de inmigrantes y su plena integración en las aulas es uno de los retos que le aguardan al sistema educativo. Para hacerle frente, los socialistas han presentado en el Parlamento una batería de medidas consensuadas con los representantes de la escuela pública y con la Federación de Ikastolas. Entre ellas, figura la exigencia a Educación para que fije la cuota de alumnado inmigrante que le corresponde a cada centro.
El fenómeno de la inmigración y de la incorporación al sistema educativo resulta relativamente reciente, pero se encuentra en rápida progresión. En la actualidad, el 5% del alumnado de enseñanzas no universitarias es de origen extranjero. Además de velar para que el sistema ayude a los inmigrantes a superar el desfase curricular con el que a menudo recalan y facilitar su éxito escolar, una de las principales preocupaciones es el desigual reparto entre las redes publica y privada concertada.
La parlamentaria y portavoz del PSE para cuestiones educativas, Isabel Celaá, recalcó ayer que todos los centros sostenidos con fondos públicos (entre los que se incluyen los concertados) deben colaborar con criterio de igualdad en el reparto de acuerdo con su cuota de matriculación. Un 70% del alumnado extranjero se concentra en la escuela pública. Incluso hay más de 60 colegios donde el alumnado inmigrante supera el 20% del total. "En tanto no se consiga una incorporación normalizada de estos estudiantes, será preciso movilizar hacia estos centros medios extraordinarios", apuntó.
Entre estos medios, la propuesta socialista aboga por incrementar la plantilla del profesorado de apoyo "formado e incentivado adecuadamente y con estabilidad para dar continuidad al proyecto educativo de centro".
Planes de acogida
Dadas las características de la inmigración, el PSE considera que los centros sostenidos con fondos públicos, independientemente del porcentaje de alumnado extranjero que escolaricen, deberán contar, como parte de su proyecto educativo, con planes de acogida y protocolos de actuación básica susceptibles de ser utilizados en cualquier momento. Además, Celaá consideró imprescindible la participación y colaboración de instituciones comunes y locales, centros educativos, servicios sociales, organizaciones culturales, de ocio y tiempo libre, y asociaciones que agrupen a colectivos de inmigrantes.
Los socialistas consensuaron con los representantes de los padres de la escuela pública, con los directores de colegios públicos de las etapas de Primaria y Secundaria y con la Federación de Ikastolas las medidas que integran la proposición no de ley. Fue durante una jornada sobre inmigración organizada por el PSE el pasado mes de septiembre en Bilbao. La propuesta socialista recoge punto por punto las conclusiones de aquella jornada, como la necesidad de aplicar un plan global en el sistema educativo para la población inmigrante. Celaá reiteró que este plan es preciso porque la integración social de los inmigrantes está ya en la agenda de la política social vasca. "El sistema educativo tiene que ser un instrumento de primer orden para acoger e integrar a quienes van a ser los nuevos ciudadanos vascos del futuro".
La portavoz del PSE recordó que, por ahora, Euskadi cuenta con una ventaja con relación a otras comunidades españolas, como es la de que la inmigración es relativamente reciente y para la enseñanza todavía se encuentra en unas cifras asumibles.
La propuesta socialista es una de las cuatro patas sobre las que se sustenta un pacto más global sobre Educación que el PSE ya ha ofrecido a Educación. Junto a la inmigración, el pacto habla de financiación del sistema y de trilingüismo.
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