Entre el Opus Dei y el apoyo a prostitutas

Desde las Esclavas de la Virgen Dolorosa -que ofrecen residencia para jóvenes embarazadas y madres jóvenes- hasta Karibú -que atiende a inmigrantes africanas-, pasando por siete entidades provida. Así, hasta 25 asociaciones.

La Red de Madres prestó sus servicios en 2005 a 10.000 mujeres. Entre los que reciben fondos de este programa de la Consejería de Educación es evidente el predominio de las entidades con un tinte religioso o antiabortista: 18 de 25.

Fundada en 2003 durante la presidencia de Alberto Ruiz-Gallardón, la Red de Madres estaba entonces más equilibrada ideológicamente. Recibían dinero ocho entidades contrarias a la interrupción del embarazo y nueve laicas. Desde entonces, tanto los recursos destinados como la beligerancia de sus miembros han crecido de forma progresiva. Si en 2003 las 17 asociaciones que formaban la red habían recibido 170.000 euros, tres años más tarde el presupuesto total se ha multiplicado por 3,5, hasta los 600.000 euros.

Una novedad de la última convocatoria ha sido la inclusión de la Asociación Víctimas del Aborto, una de las más radicales en sus planteamientos. Esta entidad no sólo recibe ayudas públicas para la "asistencia psicológica y/o médica y asesoría legal" a las jóvenes embarazadas, sino que es la responsable de coordinar la página web del programa.

Allí, el internauta que pinche en el icono "Qué es la Red de Madres" es conducido automáticamente al sitio web desde donde esta asociación expone su peculiar visión sobre las consecuencias del aborto. Como ejemplo: "La interrupción voluntaria del embarazo en el supuesto de malformación fetal causa aislamiento social y depresión". Al mismo tiempo que Víctimas del Aborto hace estas afirmaciones científicas, asegura que ellos no tratan de influir en la decisión de las jóvenes embarazadas que les piden consejo.