Un nuevo grupo cooperativo respaldará proyectos en América Latina y África

"Queremos defender la agricultura y generar industria", explicó ayer a modo de declaración de intenciones Emili Villaescusa, presidente de Asces (Asociación para la Cooperación de la Economía Social). El grupo, liderado por Consum, Anecoop e Intercoop, pretende convertirse en un referente facilitando el desarrollo de sus organizaciones a través tanto de la cooperación en su sentido más amplio, como de las nuevas iniciativas industriales y de una apuesta por el desarrollo de proyectos internacionales en América Latina y África. Asces creará en breve una sociedad inversora.

El cooperativismo no es ajeno a la globalización. Por ello, y pese a las reticencias y recelos que despiertan determinados pasos en un sector estrechamente vinculado a las zonas en las que se implanta, Asces tiene claro que la multilocalización -que desvinculan de la deslocalización- es una forma de fortalecer el cooperativismo. En esta línea, Villaescusa explicó ayer algunos de los proyectos a los que el nuevo grupo dará soporte. El primero es la compra de una finca en Argentina para cultivar almendra, una iniciativa de Intercoop y para la cual se ha asociado con la firma de frutos secos Importaco (propiedad de Francisco Pons, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios) y con el fabricante de turrones El Lobo y 1880. Este paso se une a otro proyecto similar que trata de cerrarse en Túnez para el cultivo de frutos secos y olivar, impulsado también desde Intercoop pero que se ha encontrado con diversas dificultades en el país norteafricano. La intención de Asces es avanzar en proyectos similares y su ámbito de interés se circunscribe a América Latina y al norte de África.

El grupo también cuenta con diversas iniciativas autonómicas. Una es la planta de cuarta gama para hortalizas que proyecta Anecoop en Algemesí. Otra es la apertura de comercios en poblaciones de interior. Para todas ellas Asces anunció ayer la inminente creación de una sociedad de inversión que respaldará las iniciativas y que realizará ampliaciones de capital conforme precise de fondos para nuevos proyectos.

El fin que se persigue con estas iniciativas de economía social es, además de "mejorar la calidad de vida de los pequeños agricultores locales" de los países en los que se desarrollen los proyectos, generar, a través de la "multilocalización", la producción de recursos necesarios para poder atender al mercado, ante la reducción de producción en los campos españoles, debido a la desaparición de suelo agrícola por la presión urbanística y la falta de relevo generacional. El presidente de Intercoop, Joan Cantavella, explicó que "si no queremos que nos invadan productores extranjeros, y queremos que nuestra gente tenga un futuro estable, hay que buscar recursos", siempre con el objetivo primario de aumentar las rentas de los agricultores valencianos.