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Un documental muestra el rostro de un supuesto asesino de García Lorca

"Don Gabriel, esta mañana hemos matado a su amigo, el poeta de la cabeza gorda". Con estas palabras, Juan Luis Trescastro comunicó al pintor Gabriel Morcillo la muerte de Federico García Lorca. Fue en un café granadino, el Royal, uno de tantos por los que el presunto asesino del poeta fue narrando su hazaña. Según cuenta Ian Gibson en su libro El asesinato de Federico García Lorca, Juan Luis Trescastro alardeaba de haber participado en la muerte del poeta en Víznar. Una mañana, en torno al 19 de agosto de 1936, el falangista fanfarrón y mujeriego, muy conocido en la ciudad, entró en el Bar Pasaje, conocido popularmente como La Pajarera. Allí se encontraba Ángel Saldaña, uno de los pocos concejales granadinos que no fueron fusilados en la tapia del cementerio. Trescastro, con la intención de que todos los que se encontraban en el bar lo oyeran, comenzó a decir en voz alta: "Acabamos de matar a Federico García Lorca. Yo le metí dos tiros en el culo por maricón". Siniestra historia la de la Granada de la época, como la de la mayor parte de España, en la que las tertulias podían llenarse de una xenofobia y una falta de respeto por la vida inimaginable.

Hace pocos días, en un céntrico cine granadino, se estrenaba el documental Lorca, el mar deja de moverse, de Emilio Ruiz Barrachina. Después de más de 70 años, la mayor novedad que presenta el trabajo de Barrachina es una imagen en la que puede verse el rostro del supuesto autor material de la muerte de Federico García Lorca.

Hemeroteca

El hallazgo se debe al equipo de investigación del documental, encabezado por Miguel Caballero y Pilar Góngora. La foto apareció en la hemeroteca de Granada, en un periódico de 1933, y en su pie de foto podía leerse que pertenece a la celebración de Ramón Ruiz Alonso, el autor de la denuncia que costó la vida a Lorca, por su triunfo electoral en Granada. Aunque el diario no especificaba que una de las personas retratadas fuera Trescastro, un importante grupo de personas de avanzada edad que en su día lo conocieron lo identificaron con total coincidencia, como han asegurado los autores de la investigación.

La imagen fue tomada por el fotógrafo Vidal durante la visita a Santa Fe el 19 de noviembre de 1933 de Ramón Ruiz Alonso, que decidió seguir el desarrollo de las elecciones visitando algunas sedes electorales y, como era su costumbre, participando en algún que otro incidente violento, ya que, curiosamente, era de la opinión de que se estaba "coaccionando" a ciertos elementos derechistas.

Como no podía ser de otra manera, Ruiz Alonso iba siempre acompañado de otro sujeto, de inteligencia menor, por no decir ínfima, llamado Juan Luis Trescastro. Se trataba de su compadre, un asesino del tres al cuarto que trataría de limar sus asperezas con algunos de los sectores de la derecha demostrando lo buen carnicero que podía llegar a ser. De hecho, y como prueba de la amistad que los unía, Trescastro fue padrino de una de las hijas de Ruiz Alonso, la actriz Elisa Montes, hermana de la también actriz Emma Penella.

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En la cinta, también se expone una nueva teoría sobre el asesinato del poeta en la que se implica de manera directa a parte de su propia familia.

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