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El proceso de paz en Irlanda del Norte

Blair: "Han hecho lo que les pedíamos"

El primer ministro británico da por finalizada la campaña terrorista del grupo republicano

Tony Blair proclamó ayer que "la campaña del IRA se ha acabado" e instó a los partidos políticos de Irlanda del Norte a alcanzar un acuerdo en las negociaciones de la semana que viene para restaurar la autonomía del Ulster. El primer ministro británico reconoció que "el IRA ha hecho lo que le pedíamos". El informe de la comisión independiente fue recibido con mejores palabras que en el pasado por el líder unionista, el reverendo Ian Paisley, aunque no parece fácil que vaya a haber acuerdo. Blair quiso dar especial realce al informe leyendo una breve declaración en Downing Street.

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Recién llegado de Madrid, el primer ministro británico destacó los avances reflejados por el informe de la comisión independiente y en particular los relativos al desmantelamiento de sus actividades de aprovisionamiento, logística y entrenamiento y el hecho "crucial" de que la dirección del IRA "haya tomado partido con firmeza en contra de cualquier participación en actividades criminales".

"La campaña del IRA se ha acabado", sintetizó Blair. "Ahora hay un consenso entre los principales actores políticos en Irlanda del Norte de que el cambio sólo puede llegar a través de la persuasión y no de la violencia", dijo. "El IRA ha hecho lo que le pedíamos y aunque quedan por resolver cuestiones como el apoyo a la policía, está abierta la puerta a un acuerdo final y por eso las conversaciones de la semana que viene en Escocia son tan importantes", enfatizó.

Los Gobiernos de Londres y Dublín y los partidos del Ulster se reunirán en Saint Andrews en busca de un acuerdo que permita restablecer por completo la autonomía. Aunque la Asamblea de Irlanda del Norte está ahora formalmente establecida, sus poderes son sólo parciales y su única tarea es alcanzar un acuerdo que permita el restablecimiento total. Londres y Dublín han puesto de límite el 24 de noviembre para lograr un acuerdo o suspender de nuevo el Parlamento.

El principal obstáculo que impide el acuerdo es la resistencia de los republicanos del Sinn Fein a reconocer y aceptar como propia a la policía de Irlanda del Norte. En el anterior informe de la comisión independiente ya se aventuraba que el liderazgo del IRA había llegado a la conclusión de que esa aceptación es inevitable, pero sigue siendo una cuestión polémica entre las bases de la organización.

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El líder del Sinn Fein, Gerry Adams, ha insinuado a menudo que tarde o temprano los republicanos tendrán que dar ese paso, igual que aceptaron el desarme del IRA pese a que hace no tanto tiempo se negaban a destruir "ni una onza". Ayer, Adams declaró que el Partido Democrático del Ulster (DUP) de Paisley "tiene muy pocas opciones". "Lo único que puede hacer el DUP es retrasar las cosas, intentar ralentizarlo todo, pero no puede parar este proceso de cambio".

Aunque las posibilidades de un acuerdo parecen hoy escasas, el líder de los unionistas radicales, el reverendo Ian Paisley, dio la bienvenida al informe de la comisión independiente al subrayar que los progresos en él reflejados "son la consecuencia de las presiones ejercidas por los unionistas". Paisley, un furibundo anticatólico que suele lanzar diatribas contra la Iglesia de Roma y el Papa, se entrevistará la semana que viene con el arzobispo católico de Irlanda, Sean Brady, en un gesto de buena voluntad hasta hace poco impensable en él.

El número dos del partido, Peter Robinson, ha condicionado el acuerdo a la creación de un sistema automático que permita expulsar al Sinn Fein del Gobierno si el IRA vuelve a las armas, pero por primera vez ha hablado de aceptar el sistema que obliga a DUP y Sinn Fein a compartir el Gobierno. Pero otras figuras del partido, como el diputado Jeffrey Donaldson, parecen no conformarse con el fin de la violencia y la aceptación de la policía por parte de los republicanos. En una intervención en los márgenes del congreso del Partido Conservador en Bornemouth, aludió a la necesidad de que el IRA desmantele toda su estructura de mando.

El presidente del Sinn Fein, Gerry Adams (izquierda), habla con dos de sus correligionarios ayer en Stormont.
El presidente del Sinn Fein, Gerry Adams (izquierda), habla con dos de sus correligionarios ayer en Stormont.ASSOCIATED PRESS

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