El crédito a la compra de vivienda en el IRPF sube y pasará a ser personal

Las haciendas han acordado mantener y transformar la figura del crédito fiscal en la deducción por vivienda habitual, en la reforma del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Hasta ahora la deducción correspondía a la unidad familiar, en el nuevo impuesto será personal. El diputado de Hacienda de Álava, Juan Antonio Zárate, defiende esta fórmula al conservar el carácter progresivo de la deducción y evitar los problemas de gestión.

La deducción por la compra de vivienda habitual se había convertido en uno de los principales escollos en la elaboración del nuevo IRPF. El modelo aún en vigor funciona desde 1998 y fue ideado por Juan José Ibarretxe, entonces vicelehendakari. Establece un tope de 180.303 euros para toda la vida de la unidad familiar en la deducción anual del 15% de lo aportado para pagar la vivienda habitual. Toda cantidad que supere ese límite no podrá ser deducida, sea cual sea el coste del piso. Frente a este modelo, en el resto de España existe un deducción máxima anual y no un tope de por vida.

La figura del crédito fiscal se ha defendido en Euskadi por ser más progresiva, dado que quien tiene muchos recursos para gastar en vivienda deduce lo mismo que el menos pudiente. El problema es que el tope fijado, debido al encarecimiento de la vivienda, se ha quedado desfasado y no se corresponde a los precios reales de los pisos en el País Vasco.

Además, al ser una deducción que se aplica a la unidad familiar da muchos problemas de aplicación. ¿Qué pasa, por ejemplo, cuando se rompe la unidad al separarse una pareja. o al salir los hijos de la misma para crear una nueva unidad? Estas dificultades han llevado a las diputaciones a buscar soluciones de consenso. Las tres haciendas defendían la progresividad de la fórmula foral, pero apostaban por una modificación, incluso estudiaron la deducción de territorio común. Al final se ha apostado por una reforma de fondo del crédito fiscal.

Flecos por resolver

Zárate, que desveló ayer el acuerdo entre las diputaciones, asegura que al hacer la deducción personal y no familiar se terminan los problemas de gestión. Ya nadie puede arrastrar un parte del crédito fiscal. Además, automáticamente, para las viejas unidades familiares se dobla la cantidad. Hasta ahora, por ejemplo, si un matrimonio hace la declaración por separado, cada uno de los cónyuges puede deducirse la mitad del crédito fiscal. Ahora podrá deducirse cada uno el 100%.

En todo caso, esta fórmula tiene algunos flecos todavía por resolver. Por un lado, cómo terminar con la disposición transitoria aplicada para los compradores de vivienda anteriores a la introducción del crédito fiscal en 1998. Por otra parte, cómo aplicar la nueva formulación del crédito fiscal a los contribuyentes que ya han comenzado a pagar su vivienda habitual y cómo compensarles. Estos aspectos de la reforma están aún en el aire.

Zárate considera que esta adaptación del crédito a la vivienda puede solucionar los problemas de gestión. La anterior fórmula exigía un seguimiento de los contribuyentes casi imposible.