Por primera vez una pareja de gays adopta un niño en España

Una pareja homosexual residente en Barcelona se ha convertido en la primera de Cataluña que adopta a un menor tras la aprobación por el Parlament de la reforma de la Ley del Código de Familia y la primera de hombres que adopta un niño en España. Desde el año pasado, la modificación de la normativa catalana permite la adopción a las familias homoparentales.La pareja, cuya identidad no fue revelada ayer, vive con su hijo adoptivo en casa desde el verano, una vez culminado el largo proceso que iniciaron para formalizar una adopción de un niño español. El caso, pionero por tratarse de dos hombres y de un menor no biológico, fue anunciado ayer por la consejera de Bienestar y Familia de la Generalitat, la socialista Carme Figueras.

Antes de este caso ya se habían producido, en algunas comunidades autónomas, otras adopciones por parte de familias homosexuales. Sin embargo, se trataba siempre de lesbianas. Al casarse o establecerse como pareja de hecho, una de las dos mujeres coadoptaba al hijo de su pareja, nacido de una relación heterosexual anterior o bien obtenido por inseminación artificial. Además, se producían numerosas adopciones "encubiertas" por parte de parejas gays y lesbianas, que se tramitaban como si fueran familias monoparentales.

El presidente honorífico de la Coordinadora Gay-Lesbiana de Cataluña, Jordi Petit, se felicitó ayer por una noticia que juzgó pionera: "Es la primera vez que coinciden las dos circunstancias: un matrimonio homosexual y la adopción en sentido estricto y con todas las de la ley de un hijo". La consejera rechazó aportar detalles sobre el perfil de los padres para evitar que el caso acapare toda la atención. De hecho, Figueras remarcó que, en el último año y medio, un total de 28 parejas homosexuales han solicitado la adopción en Cataluña: 20 de ellas están formadas por hombres y sólo seis, por mujeres.

"Eliminar barreras"

Figueras explicó que la mayoría de solicitudes son para llevar a cabo una adopción nacional. La razón es sencilla: a excepción de Brasil y Suráfrica, la inmensa mayoría de países no permiten la adopción por parte de homosexuales. Y en estos casos, siempre prevalece la legislación de los países de origen de los menores.

Según la consejera, la reforma legal no ha provocado un "alud" de solicitudes ni ha representado ninguna fractura social, sino que ha eliminado "barreras discriminatorias": al evaluar si una pareja es idónea para adoptar, la orientación sexual no tiene ningún valor.