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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Dignos de toda sospecha

La sospecha es más interesante que el crimen en los mundos de la novelista escocesa Val McDermid (1955), porque los asesinados se van con sus secretos y nos dejan ignorantes y desorientados, pero los sospechosos activan nuestra imaginación. Rosie, de 19 años, camarera de bar, es violada y acuchillada y, veinticinco años después, nadie sabe quién la mató: así empieza Un eco lejano (The distant Echo, 2003), la aventura de cuatro sospechosos eternos, estudiantes en 1978, amigos íntimos, que, al volver de una fiesta, descubren de noche a una moribunda desangrándose en la nieve. Conocían a la chica. Y, puesto que es común que los asesinos finjan haber encontrado el cadáver de sus víctimas, quizá estos jóvenes, juerguistas manchados de sangre, no sean espectadores inocentes, testigos involuntarios de un hecho terrible, sino culpables de un asesinato.

UN ECO LEJANO

Val McDermid

Traducción de Isabel Ferrer y Carlos Milla

RBA. Barcelona, 2006

443 páginas. 21 euros

El círculo de sospechosos, los cuatro estudiantes, sufre la intromisión de la policía, la suspicacia y la maledicencia de compañeros y vecinos, la violencia de los bestiales hermanos de la víctima. La investigación se estanca, semejante al invierno en la costa este de Escocia, donde se producen los hechos: nieve que se derrite y deshace las huellas, ciénagas y fango, todo resbaladizo. Los sospechosos parecen eternamente condenados a ser los asesinos que quedaron impunes. Si en las novelas de P. D. James el crimen inesperado abre los cajones cerrados del muerto para revelar sus secretos, en Un eco lejano airea la intimidad de los sospechosos, que también se dejarán envenenar por la suspicacia y la desconfianza: de pronto se mancha la transparencia de su amistad desde el colegio.

Val McDermid se las entien-

de con personajes sólidos, adheridos a la realidad, a la guerra de clases local en su Escocia, entre trabajadores y estudiantes, gente del país e invasores ingleses, homosexuales y heterosexuales, mujeres y hombres. La trama y las situaciones surgen de estos personajes y, preocupados por su suerte, quisiéramos averiguar qué los llevará y nos llevará a la solución del enigma. Ya estamos en 2003, ahora mismo, veinticinco años después del crimen. La mecánica de la novela es accionada por la sospecha, la venganza, la vergüenza, el miedo que conduce a acciones infamantes. Los policías son humanos, valientes, honrados, incompetentes, venales o repulsivos. Los mejores desaparecen.

Nuevos crímenes se cometen para ocultar viejos crímenes o para vengar antiguas culpas. Se mata a navaja, bate de béisbol y bomba incendiaria casera a base de gasolina y pintura, pero los vengativos yerran, ciegos de pasión. McDermid es una novelista razonable, y su asesino no es un psicópata caprichoso, sino un criminal lógico, sensatamente hipócrita, aunque vaya perdiendo cordura en sus sucesivas fechorías. El melodrama de crímenes exige una especial intensidad de emociones, y Un eco lejano cumple la ley del género con apariciones imprevistas de familiares desconocidos, partos difíciles, amores traicionados, conversiones a la fe de Cristo, el secuestro de un recién nacido.

Estos grandes golpes de efecto se equilibran con un detallismo minucioso, casi maniático alguna vez, como cuando se nos da la marca francesa del coche que, conducido por una mujer, deja sitio libre en el aparcamiento para el coche de uno de los héroes sospechosos. Todo está bien tramado, como en la estupenda Lugar de ejecución (RBA, 2002), que hizo a Val McDermid tan apreciada entre los aficionados al género criminal. La novelista domina el arte de interesar e impresionar, de hacerse leer, más allá del gusto de saber la identidad del asesino, inesperada, aunque, desde el principio, conozcamos algún síntoma de la verdadera personalidad de la criatura.

La periodista y escritora escocesa Val McDermid.
La periodista y escritora escocesa Val McDermid.MARCEL.LÍ SÁEZ MARTÍNEZ

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