Vitoria emprende la reforma de su Casco Viejo, en la que invertirá 116 millones en ocho años
El plan especial sale adelante en el Ayuntamiento con el apoyo de populares, socialistas y PNV
El Casco Viejo de Vitoria, uno de los más destacados del País Vasco, contará con un aparcamiento subterráneo bajo el Campillo (la zona más alta de la almendra medieval) que servirá de acceso a un barrio que suma más de 4.000 viviendas, palacios renacentistas, iglesias góticas, murallas medievales y una catedral que vive una rehabilitación única reconocida con el premio Europa Nostra. Este aparcamiento será la punta de lanza de un PERI (Plan Especial de Reforma Interior) que el Ayuntamiento aprobó ayer con el respaldo de 24 concejales (PP, PNV y PSE) de los 27 que integran el pleno. EA y EB votaron en contra. La inversión prevista para los próximos ocho años asciende a 115,9 millones de euros.
Las directrices fundamentales de este plan especial de reforma, que supone una revisión del que se redactó en 1988, inciden en los apartados de reactivación económica y accesibilidad, al mismo tiempo que incluyen algunas de las orientaciones primitivas, referentes a la rehabilitación de edificios o al equipamiento social. No en vano, el equipo redactor de este nuevo plan mantiene la dirección del arquitecto Juan Adrían Bueno, quien ya fue el autor del primero.
Aquel primer PERI, aprobado en 1988, pero cuyas directrices ya venía aplicando el Ayuntamiento desde varios años antes, supuso una inversión en el centro histórico de la capital alavesa cifrada en 122,5 millones de euros entre 1983 y 2003, de los que un 31% procedía de la iniciativa privada. "Entonces, se tuvo que aplicar al barrio una solución de urgencia. Se encontraba en plena decrepitud: de las 4.270 viviendas censadas, el 74% necesitaban una rehabilitación urgente", recuerda ahora Bueno.
La recuperación de los edificios se llevó a cabó en un tiempo en que la norma habitual era el derribo y la nueva contrucción de edificios. De ahí que aquel plan tuviese el reconocimiento internacional. Además, estuvo marcado por la construcción de equipamientos sociales y espacios de ocio.
42 actuaciones
La segunda parte, que se desarrollará a lo largo de dos cuatrienios, atenderá un total de 42 actuaciones urbanísticas. Entre las más significativas se encuentran la instalación de ascensores para acceder a lo alto de la colina, el permiso para unir lonjas hasta 24 metros de fachada con fines comerciales, o el desarrollo de nuevos equipamientos sociales, culturales y deportivos.
Llama la atención, como prueba del consenso entre los partidos, el que antes de aprobarse el documento ya se haya puesto en marcha uno de los proyectos más importantes del plan: la construcción de las rampas mecánicas que suben a la colina por los cantones de La Soledad y San Francisco Javier.
El buen entendimiento entre las principales fuerzas del Ayuntamiento ha marcado la tramitación del documento durante los últimos tres años. El equipo de gobierno del PP ha asumido significativas propuestas de los principales grupos de la oposición. La principal de ellas es la acometida por fases de la renovación del Campillo. El PERI prevé el derribo del gaztetxe, dentro de la renovación de la zona.
Protesta vecinal
Socialistas y PNV han conseguido que esta transformación de la parte superior de la colina se realice por fases. De este modo, las obras comenzarán con el gaztetxe todavía en pie, lo que supone un reconocimiento explícito a la oposición vecinal a la renovación propuesta para el barrio medieval de Vitoria.
Precisamente ayer, siete representantes de Gazteiz Txiki, la principal asociación de vecinos del barrio, tuvieron que ser desalojados del Ayuntamiento cuando interrumpieron el pleno con sus protestas. Los vecinos han censurado estas reformas porque consideran que orientan el barrio medieval hacia el turismo y el comercio, mientras dejan en un plano secundario los problemas de los residentes.
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