"La zona antigua es un elemento vivo"

Juan Adrián Bueno (Manresa, 1949), arquitecto y director del equipo que ha redactado la revisión del plan del Casco Viejo de Vitoria, se maneja en su estudio entre miles de folios y centenares de planos de la zona principal de la ciudad. No en vano, lleva más de 20 años estudiando el mejor futuro para un barrio que en 1980 se encontraba "en plena decrepitud", antes de que se pusiese en marcha el primer plan.

Pregunta. ¿Tan grave era el estado del Casco Viejo de 1980?

Respuesta. Sólo aporto un dato: de las 4.720 viviendas que lo conforman, el 74% necesitaba una rehabilitación urgente. En pocos años, si no se hubiera puesto en marcha aquel plan, del casco antiguo de Vitoria sólo habrían permanecido en pie palacios e iglesias. Los expedientes de ruina ascendían a los 40 edificios anuales.

P. Y aquel plan apostó por la rehabilitación de esas casas.

R. Era una decisión difícil de tomar en aquella época, cuando la restauración sólo se aplicaba a los monumentos y no siempre. La norma pasaba por el derribo y la nueva construcción. Vitoria prefirió conservar el entramado del barrio medieval, acompañada por una inversión fuerte en equipamiento social. Con éxito, hay que reconocerlo. De aquellas directrices, se habrán cumplido ya el 90%.

P. La reactivación económica, también prevista, no ha corrido la misma suerte.

R. Es cierto, quizás porque durante estos 20 años, el Ayuntamiento ha centrado por obligación sus inversiones en lo básico. Por eso, esta revisión ya puede apostar por la consideración del Casco Viejo como un elemento vivo que tiene que asumir los principios básicos de innovación y adaptación. De ahí, que las rampas, los ascensores o el aparcamiento del Campillo sean los principales motores.

P. Y se mantiene el gaztetxe.

R. El problema de ese edificio no reside en su uso, sino en su ubicación, que resulta incompatible con la mejora del barrio. Es una cuestión técnica, no política.

P. Lo cierto es que el plan ha conseguido una mayoría desconocida últimamente en Vitoria.

R. Creo que eso es lo más importante, que quede claro que el liderazgo en los próximos ochos años es de todo el Ayuntamiento de la ciudad.