Los sindicatos mayoritarios firman su primer acuerdo tras siete años de ruptura
Las centrales sellan con el Ejecutivo un programa para promover el euskera en la empresa
Los cuatro sindicatos mayoritarios (ELA, CCOO, LAB y UGT) firmaron ayer en Vitoria con el Gobierno su primer acuerdo conjunto después de siete años de división, desde que en enero de 1999 lograsen cerrar un pacto en torno a los contratos de sustitución. Los sindicatos sellaron con la consejera de Cultura, Miren Azkarate, un compromiso para promover el uso del euskera en las empresas, como ya hiciera la patronal con el Ejecutivo el pasado día 6 en un acto deliberadamente separado del de las centrales. El programa, llamado Lan-Hitz, tiene asignado por el momento un presupuesto de 1,8 millones de euros y se basa en la participación voluntaria en el mismo de empresas y trabajadores.
El programa sienta las bases para que el Gobierno, en este caso el Departamento de Cultura, financie parcialmente la elaboración y aplicación de planes de uso del euskera en las empresas. Los sindicatos aceptaron el pacto sobre la base de que se trata de un programa de adscripción voluntaria y pidieron garantías de que no dará lugar a ningún tipo de discriminación entre los trabajadores. El acuerdo establece como pilares básicos para su desarrollo la progresividad, el consenso y la colaboración entre sindicatos y con las instituciones afectadas.
El mismo acuerdo fue suscrito el pasado día 6 por todas las patronales y el Gobierno, en un acto que Confebask no quiso compartir con las centrales.
Un total de 140 empresas vascas contaban en 2005 con algún tipo de plan de euskera subvencionado por el Ejecutivo, siete veces más que en 1998. En 1981, sólo una de cada cinco personas conocía el euskera, mientras que en 2001 ya eran uno de cada tres, según datos del Ejecutivo. De las 140 compañías que el pasado ejercicio contaban con planes propios de euskera, 88 tienen su sede en Guipúzcoa, 43 en Vizcaya y sólo 9 de Álava, de ellas cinco firmas privadas (ver gráfico).
Para el presente ejercicio, la Viceconsejería de Política Lingüística, cuyo responsable, Patxi Baztarrika, ha fraguado este acuerdo, ha destinado a esta cuestión 1,8 millones de euros, un 63% más que en 2005.
La viceconsejería ha homogeneizado y estandarizado los planes existentes de enseñanza del euskera. Con toda esa información ha creado las herramientas informáticas de gestión y evaluación que servirán de apoyo y que se pueden adaptar a cualquier empresa.
Los alumnos contarán con una página web, aún no creada, para resolver dudas, mientras que Cultura aportará documentos con las frases y términos más habituales para facilitar el uso del idioma en el tipo de empresa de que se trate, bien sea industrial, de construcción o de servicios.
El convenio establece además un marco de colaboración entre los agentes sociales y el Gobierno para el intercambio de información sobre la situación sociolingüística y la política lingüística; las oportunidades y estrategias dirigidas a aumentar la presencia del euskera en el mundo laboral, y las necesidades en materia de software y módulos de formación. La consejera de Cultura, Miren Azkarate, destacó la voluntad de los sindicatos a la hora de "aparcar" sus diferencias para trabajar unidos por la normalización del uso del euskera en el ámbito sociolaboral. "El euskera necesita de la implicación y la responsabilidad de todos los agentes laborales y socioeconómicos vascos para que de esta manera avance de una forma efectiva", explicó.
Se trata del primer acuerdo de los cuatro sindicatos en los últimos siete años. Ni siquiera la unanimidad de criterios en torno a la siniestralidad laboral ha hecho posible un pacto de las cuatro organizaciones.
El secretario general de ELA, José Elorrieta, se limitó a destacar tras la firma la relevancia del acuerdo para avanzar en la normalización del euskera. El responsable de LAB, Rafael Díez Usabiaga, apostó por que el acuerdo firmado ayer "no se quede sólo en la foto", sobre todo después de muchos años en los que el mundo laboral ha "dado la espalda al euskera".
El secretario general de CCOO-Euskadi, Josu Onaindi, limitó el acuerdo al ámbito del euskera, pero destacó: "Ojalá se pudiera extender a otros órdenes de la vida". En la misma línea, su homólogo de UGT en la comunidad autónoma, Dámaso Casado, mostró su confianza en que la capacidad de acuerdo de las fuerzas sociales vaya en aumento y los trabajadores se beneficien.
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