Bruselas reclama a los Veinticinco que ayuden a España para luchar contra la inmigración

El vicepresidente de la Comisión Europea, Franco Frattini, pidió ayer a los Veinticinco un esfuerzo para ayudar a España, Italia y Malta ante la llegada de inmigrantes irregulares. El llamamiento fue bien acogido en general por los ministros de Interior y de Justicia de la UE, que, reunidos en la ciudad finlandesa de Tampere, exigieron a España la expulsión inmediata de los sin papeles que llegan a sus costas. Los ministros dijeron hacerse cargo del drama humano que supone arriesgar la vida para intentar llegar a Europa, y coincidieron en que la inmigración es un asunto que concierne a toda la UE.

"España no se va a hundir por que lleguen 25.000 inmigrantes", dice un representante alemán

Pero tampoco faltaron las críticas. Alemanes y holandeses, entre otros, tuvieron palabras muy duras hacia la política migratoria española. "Pedir dinero a otra persona es siempre la manera más fácil de resolver un problema", dijo el titular de Interior alemán a los periodistas.

El Gobierno español, representado en Tampere por tres ministros, pidió a la UE un esfuerzo diplomático a la hora de negociar acuerdos de readmisión de inmigrantes con los países africanos. "Europa es más fuerte para la negociación diplomática que España. Son más fuertes 25 países que uno", dijo el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Por su parte, el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, explicó que "la mayoría de los africanos que llegan a Canarias son francófonos que aspiran a llegar a otros puntos de la UE distintos de España. Van hacia el norte". Frattini llegó a conclusiones parecidas al explicar la situación de Portugal, donde una de las mayores comunidades de inmigrantes procede de Ucrania.

Hace meses que existe un cierto consenso en que toda la UE debe ayudar a los países miembros que por su ubicación geográfica reciben más flujos de inmigrantes ilegales. Pero ese consenso se resquebraja a la hora de poner dinero o los barcos patrulla necesarios, como dejó ayer claro la delegación alemana.

El ministro de Interior de Alemania, Wolfgang Schäuble, declaró ante los periodistas de su país que "pedir dinero a otra persona es siempre la manera más fácil de resolver un problema. No se empieza pidiendo dinero a los demás", advirtió. Schäuble invocó que a finales de los años noventa su país tuvo que enfrentarse, sin que otros países europeos les ayudaran, a la llegada masiva de demandantes de asilo que huían de la guerra de la antigua Yugoslavia. Después, en la sesión plenaria, se mostró mucho más comedido. Ofreció su apoyo al Gobierno español, pero dejó claro que primero España debe repatriar de forma inmediata a todos los sin papeles llegados a las costas canarias. Las declaraciones del ministro alemán estuvieron precedidas de unas no menos explosivas del representante alemán de las regiones para temas de Interior, Gunther Bechstein, quien afirmó que España "no se va a hundir porque lleguen 25.000 inmigrantes" a Canarias. Y añadió que los recursos españoles deberían bastar para solucionar el problema.

Los alemanes no fueron los únicos que pidieron más mano dura a Madrid. Rita Verdonk, ministra de Inmigración e Integración de Holanda, opinó que "España es, en parte, responsable del problema por haber legalizado a los inmigrantes. Las mafias vieron en ello una señal positiva", agregó la ministra conservadora ante la prensa. En la misma línea se manifestó la representante austriaca. Y tal vez fue este cúmulo de reticencias el que llevó al comisario Frattini a mostrarse muy enérgico al término de la reunión. "O compartimos el coste o tendremos que compartir a los inmigrantes. Queramos o no", enfatizó.

Una de las propuestas que Frattini llevó a Tampere fue la de dedicar parte del fondo de solidaridad europeo, destinado inicialmente a catástrofes, a las crisis migratorias como la de Canarias. Finlandia, el país que preside este semestre la UE, propuso en el documento de trabajo para la reunión que se comparta de forma solidaria buena parte de los gastos que tengan que afrontar los países receptores de inmigrantes ilegales. En concreto, los costes administrativos de recepción y retorno. El texto de la presidencia tuvo en general buen acogida, si bien los Veinticinco no se pronunciaron formalmente ni adoptaron ninguna decisión por tratarse de un Consejo informal.

Mientras, en Bruselas, la Comisión Europea hizo públicos unos datos, según los cuales, el año pasado sólo gastó el 21% (13.187.232 euros) del presupuesto destinado a inmigración, informa Andreu Missé.

Estos datos fueron dados a conocer por la comisaria de Presupuestos, Dalia Grybauskaité, al presentar la liquidación del Presupuesto para 2005. La comisaria señaló que la ineficiencia en el gasto en materia de inmigración es debida a "la falta de coordinación de las políticas de inmigración entre los Estados miembros". Añadió que había dinero disponible para estas políticas, pero reconoció que los fondos no se utilizaban siempre de manera eficaz.