El guiño de Montilla a los maragallistas
El candidato del PSC sitúa a seis miembros de Ciutadans pel Canvi en puestos de salida de las listas electorales
"Nos hemos salvado de la quema". Así de sincero, entre aliviado y sorprendido, se mostraba ayer uno de los miembros de Ciutadans pel Canvi, la plataforma maragallista que temía quedar relegada a un lugar simbólico en las listas del PSC y que, finalmente, mantendrá cierto peso en la candidatura de José Montilla. Pero eso sí: lejos del protagonismo que tuvieron con Pasqual Maragall como candidato en 1999 y en 2003.
En las listas aprobadas ayer casi de forma unánime por el consejo nacional del PSC, Ciutadans pel Canvi (CpC) logró colocar a cuatro de sus representantes en lugares de salida para las listas de Barcelona, uno por Lleida, otro por Tarragona y ninguno en Girona. Se trata de Josep Maria Balcells, Toni Comín, Mohamed Chaib, Rosa Maria Ferrer, Francesc Boya y Carme Mas. De mantener el PSC sus resultados de 2003, con 29 diputados en la provinciade Barcelona, CpC pasaría de tener 11 diputados en el conjunto de Cataluña a media docena. A lo mejor dos o tres más si, en caso de formar Gobierno, algunos diputados electos renuncian al escaño para participar en el Ejecutivo.
Pero pese a su pérdida de peso específico, los miembros de CpC tenían ayer motivos para estar contentos. En contra de las previsiones iniciales, Montilla, lejos de defenestrarles, les ha vuelto a integrar en las listas del PSC y ha aceptado repetir coalición electoral con la plataforma igual que en los dos anteriores comicios, algo a lo que muchos sectores del PSC se negaban rotundamente hace sólo dos meses. También les han aceptado buena parte de su programa y una de sus reivindicaciones más espinosas: los diputados de CpC no votarán, bajo ningún concepto, la investidura de un presidente que no sea José Montilla. Queda así descartada, al menos para los diputados de la plataforma independiente, la famosa sociovergencia con Artur Mas como presidente de un Gobierno con participación de los socialistas.
¿Qué ha cambiado en las últimas semanas? ¿Por qué Montilla acepta ahora una representación importante de los maragallistas en sus listas cuando hace apenas dos meses se negaba a hacerlo?
Una vez más, Maragall, sin intervenir, ha tenido mucho que ver. Un miembro de la dirección de CpC cree que la plataforma es parte de la herencia del actual presidente que Montilla se ha decidido a recoger para no perder votos de los sectores catalanistas del PSC. "Somos el referente del catalanismo progresista y federal, y así lo ha dado a entender Montilla en sus últimos discursos", interpretaba ayer un miembro de CpC que el próximo noviembre espera ser diputado.
Fuentes del PSC también hablaban ayer de "guiño" de Montilla a Maragall. Un guiño que también incluye la incorporación del hermano del presidente, Ernest Maragall, como número seis por Barcelona, y la de todos y cada uno de los miembros del Gobierno. Los ex consejeros Caterina Mieras y Josep Maria Rañé figuran en el número 12 y 19, respectivamente.
El alivio que produce cerrar y ver aprobada las listas también se extendió al candidato socialista y al presidente Maragall. Éstos, ante los consejeros nacionales del partido, se lanzaron tal cantidad de elogios que casi lograron hacer olvidar las "frías relaciones" que Maragall confesó mantener con Montilla hace menos de tres semanas.
El presidente trató de movilizar a su electorado planteándole un dilema: "Seguir adelante con el cambio o volver a la política de ir tirando; Montilla o Mas". El candidato socialista, por su parte, se presentó como la garantía de que el Estatuto se aplicará "en su integridad". Y ello sin olvidarse de las referencias al federalismo del "amigo y compañero" Pasqual Maragall. Ante unas elecciones, la unidad es lo que cuenta.
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