"Hemos mentido por la mañana, por la tarde y por la noche"
A puerta cerrada, Gyurcsany confesó haber ocultado datos económicos al electorado
El movimiento de protesta en Hungría empezó el lunes, después de que la radio pública difundiera una alocución pronunciada en mayo por el primer ministro, Ferenc Gyurcsany, dirigida a los parlamentarios de su partido reunidos en un recinto a puerta cerrada. Un mes después de su victoria en las legislativas que le brindó un segundo mandato, Gyurcsany explicó a sus correligionarios que había mentido a los ciudadanos durante la campaña, que su partido no había hecho "nada" durante los cuatro últimos años, y que ahora el Gobierno tenía que tomar medidas impopulares.
Algunas semanas después de este discurso, el Ejecutivo anunció un plan de austeridad -aumentos de impuestos y recortes en subvenciones- con el objetivo de reducir el déficit y preparar el país a una futura adopción del euro. Lo que sigue a continuación son extractos del discurso, difundidos por el blog del propio Gyurcsany.
"Siendo honesto, les digo una cosa: estamos llenos de dudas. Hay culpabilidad, hay angustia detrás de nuestra confianza. Les puedo decir sin equivocarme que todo lo que estamos haciendo no es perfecto... En los meses anteriores hicimos todo lo que pudimos en secreto, asegurándonos que los papeles con los que estábamos trabajando no salieran publicados en las últimas semanas de la campaña electoral. Guardamos el secreto, aunque sabíamos, y ustedes también lo sabían, que si ganábamos las elecciones tendríamos que ponernos a trabajar en serio, y sabíamos que nunca habíamos tenido un problema como este.
No hay muchas opciones. No las hay, porque la hemos jodido. No un poco, sino mucho. Ningún país en Europa la ha jodido tanto como nosotros. Hay una explicación. Está claro que hemos mentido en los pasados 18 o 24 meses. Está perfectamente claro que lo que decíamos no era verdad.
Estamos por encima de las posibilidades del país hasta un nivel que no podíamos imaginar antes. Y además, no hemos hecho nada durante años. Nada. No se puede mencionar ninguna medida gubernamental de la que enorgullecerse, aparte de haber salido de la mierda para lograr el Gobierno. Ninguna. Si tuviéramos que rendir cuentas al país sobre lo que hemos hecho en los últimos cuatro años, ¿qué diríamos?
Evidentemente, el trabajo del Gobierno no está bien hecho, ni con detención ni con clama. No. No. Lo estamos haciendo como locos, a toda velocidad, porque no lo pudimos hacer antes por temor a que saliera a la luz, y ahora lo tenemos que hacer de manera tan desesperada que casi estamos en el punto de ruptura.
Miren. Lo que pasa es que no hay soluciones a corto plazo. [El ministro de Hacienda] Jani Veres tiene razón. Podemos seguir dudando un rato más pero no mucho. El momento de la verdad ha llegado.
La providencia divina, la abundancia de dinero en la economía mundial y centenares de trucos, de los que ustedes no tienen por qué enterarse, nos han permitido sobrevivir. No se puede seguir así. No se puede. Tenemos que decir lo que debemos hacer: algunos impuestos tendrán que ser establecidos el 1 de septiembre. Tíos, no somos perfectos. Ni mucho menos. No les puedo decir que todo irá bien...
Hemos mentido por la mañana, por la tarde y por la noche. No quiero seguir así. O lo hacemos nosotros, u otros lo harán. Nunca tendré una conversación que acabe en una pelea. Nunca romperé la izquierda húngara. Jamás".
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