_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Histeria

Hasta que los de la Cibeles no me han abierto los ojos, yo creía que una modelo mayor de edad podía hacer con su cuerpo lo que le viniese en gana. Otra cosa, me decía yo, son las menores de edad, pero es que las menores de edad no deberían trabajar, ni vendiendo en el top manta, ni desfilando. Pero, como les digo, se me ha hecho la luz. Otro de los argumentos de los prohibicionistas me ha acabado de convencer: "Las tallas de estas chicas no son las tallas de las mujeres reales". Y ahí les doy la razón. Pues claro. Ni su altura, ni su belleza (ni su sueldo).

De todas formas, que no cunda el pánico. Lo de pesar a las modelos queda muy bien, pero no se atreverán a contratar maniquíes, por ejemplo, de la talla 42. Y me sabe mal, porque ya puestos a decidir lo correcto y lo incorrecto, yo iría más allá. Recuerdo que se estrenó, no hace mucho, una obra de teatro que llevaba por título Las mujeres de verdad tienen curvas. Vaya, hombre. Sugería que las que no tienen curvas no son mujeres de verdad. Si la obra se hubiese llamado Las mujeres de verdad están en los huesos, ¿no se habría armado la de Dios? Desde luego, esta obra incita a la obesidad. Habría que prohibirla.

Lo de los maquillajes demacrados también es una medida necesaria, aunque tímida. Como todo el mundo adivina, si las modelos dejan de pintarse ojeras para pasar a pintarse mofletes de Heidi, las personas vulnerables no desearemos estar enfermas. Así que, por si acaso, se acabaron los videos de Ozzy Osbourne. Con ese maquillaje blanco, podría incitarnos a desear contraer la malaria.

Siguiendo con la lucha, yo prohibiría también la serie Ally McBeal. La actriz protagonista está muy delgada y puede influirnos negativamente. Y habrá que pesar a las gimnastas y a las bailarinas españolas, a pesar de las muchas medallas olímpicas que puedan conseguir. Y, desde luego, hay que retirar del mercado la canción La flaca, de Jarabe de Palo. Esa canción puede hacer mucho daño a las niñas en edad de crecimiento.

Con estas medidas, un problema tan grave como el de la anorexia estará casi solucionado y podremos pasar a otras cuestiones igualmente preocupantes. Por ejemplo, la lucha contra la conducción temeraria. Es por eso que, sin tardar, habrá que ordenarle a Fernando Alonso que deje de dar mal ejemplo adelantando a más 120 kilómetros por hora en sus carreras.

Por supuesto, lo único que no hay que prohibir -para, de este modo, darle la razón a Esperanza Aguirre- es el humo del tabaco en los locales públicos. Prohibir el tabaco es facha, por Dios.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_