Asesinado a tiros el vicegobernador del Banco Central ruso

Andréi Kozlov, el vicegobernador primero del Banco Central de Rusia, murió ayer a consecuencia de los disparos que recibió la noche anterior en Moscú. Kozlov era responsable de supervisar la banca privada y había ordenado retirar la licencia a varios bancos comerciales. De ahí que la policía sospeche, en primer lugar, que la muerte del alto funcionario está relacionada con su lucha por limpiar de negocios turbios el sector que supervisaba.

Kozlov, 41 años, había ido anteayer a jugar un partido de fútbol como miembro del equipo del Banco Central al picadero cubierto del complejo deportivo Spartak. El partido terminó a eso de las nueve de la noche -siete de la tarde en la España peninsular- y cuando 15 minutos después salía del edificio con su chófer y guardaespaldas, dos desconocidos abrieron fuego contra él. El chófer trató de proteger con su cuerpo a Kozlov, pero recibió un balazo en la cabeza y murió en el acto. Kozlov cayó herido y uno de los atacantes se acercó y le dio un tiro de gracia en la cabeza, lo que indica que eran asesinos a sueldo profesionales.

Los compañeros de juego de Kozlov lo llevaron al Hospital Nº 33, el más cercano del lugar del suceso, donde de inmediato fue llevado al quirófano. Los médicos lucharon durante más de cinco horas por su vida, pero todo fue inútil: Kozlov falleció en la mesa de operaciones.

Kozlov era conocido por ser partidario de aplicar mano dura contra los bancos que incumplen la ley de lucha contra el lavado de dinero negro. Precisamente por ese motivo, varios bancos fueron privados de sus licencias, entre los que figuran el Neftianói (Petrolero), el Sodbussinesbank, el Banco Federal de Reserva y el AsiaUniversalBank. Uno de los más importantes éxitos de Kozlov fue lograr que el Parlamento aprobara la ley sobre el seguro de los depósitos bancarios de la población.

Pero no sólo entre los bancos comerciales tenía Kozlov enemigos. La actividad del vicegobernador del Banco Central también daba grandes dolores de cabeza a los operadores del mercado de importaciones grises, es decir, de los que inventan esquemas reñidos con la ley para disminuir los pagos por tributos aduaneros y por el impuesto sobre el valor añadido. Algunos de los vetos de licencias bancarias estaban relacionadas precisamente con operaciones sospechosas para el pago de importaciones.

Conmoción financiera

Entre las últimas iniciativas de Kozlov destaca la proposición, hecha la semana pasada, de introducir la prohibición de por vida de la profesión bancaria para aquellas personas involucradas en delitos económicos, principalmente evasión de impuestos y lavado de dinero.

Kozlov, diplomado del Instituto de Finanzas de Moscú, comenzó a trabajar en el Banco Estatal de la URSS en 1989 y después de la desintegración de la Unión Soviética continuó en el sucesor de éste, que pasó a llamarse Banco Central de Rusia. En 1995, cuando Serguéi Dubinin encabezaba el Central, fue nombrado vicegobernador, pero cuatro años más tarde dejó el cargo para pasar al sector privado. En abril de 2002, al mes de que Serguéi Ignátiev tomara las riendas del Banco Central, Kozlov se convirtió en su vicegobernador primero. Kozlov estaba casado y tenía tres hijos.

La comunidad financiera y el Gobierno ruso están conmocionados por la muerte del Kozlov. Se trata de la víctima de más alto rango durante el régimen de Vladímir Putin, y a muchos les recuerda los tiempos caóticos de la primera mitad de los años noventa, cuando los asesinatos de hombres de negocios eran casi pan de cada día.

El fiscal general, Yuri Chaika, supervisa personalmente las investigaciones, y el jefe de Gobierno, Mijaíl Fradkov, le ha pedido que le informe periódicamente de los progresos que se hagan.