Calderón, presidente electo de México

Sesenta y cinco días después de las elecciones más competidas y cuestionadas de su historia, México tiene desde ayer presidente electo. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) validó por unanimidad los comicios del pasado 2 de julio y proclamó a Felipe Calderón Hinojosa, candidato del conservador Partido Acción Nacional (PAN), ganador de las elecciones y, consecuentemente, próximo presidente de la República, a partir del 1 de diciembre. El veredicto del alto tribunal, definitivo e inapelable, rechaza la impugnación del Partido de la Revolución Democrática (PRD), cuyo candidato, Andrés Manuel López Obrador, de izquierda, pretendía el recuento de todos los votos o la anulación de los comicios.

El fallo no supuso sorpresa alguna, habida cuenta de que el tribunal desestimó en su día la realización de un nuevo cómputo y sólo aceptó el recuento de 11.839 casillas (mesas), que representan el 9% del total. El resultado final apenas modifica en dos centésimas, del 0,58% al 0,56% de los votos, la ventaja obtenida en el escrutinio inicial realizado por el Instituto Federal Electoral (IFE).

Las cifras avaladas desde ayer por el TEPJF dan ganador a Calderón -que ayer fue felicitado por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero- por 233.831 votos de ventaja sobre López Obrador. En materia legal está todo dicho, aunque el veredicto del Tribunal Electoral tal vez no sea la última palabra en la crisis política abierta en México con un resultado electoral tan reñido.

Los siete magistrados que integran el tribunal reconocen en su dictamen que en el proceso electoral hubo irregularidades "que no contribuyen a fortalecer la democracia", aunque precisan que no tuvieron una influencia decisiva en el resultado de las elecciones.

Alfonsina Navarro, que redactó el proyecto de sentencia junto a otro miembro del tribunal, subrayó que la injerencia del presidente, Vicente Fox, en la campaña electoral, que descalificó en varias ocasiones al candidato López Obrador, "constituye la mayor irregularidad detectada en todo el proceso". Según el dictamen del tribunal, las declaraciones de Fox y de algunos espacios publicitarios de la presidencia de la República emitidos en plena campaña constituyeron un riesgo para la validez de la elección, que hubieran sido un elemento de más peso si se hubieran presentado más irregularidades a lo largo del proceso.

Otro de los magistrados, Eloy Fuentes, señaló que en democracia la diferencia de un voto hace al ganador, y que en el pasado este principio fue aceptado por todos los partidos, incluidos quienes presentaron ahora la mayoría de impugnaciones. Dicho juez subrayó que el tribunal no podía atender la reclamación de la coalición Por el Bien de Todos, encabezada por el PRD, de un nuevo recuento de todos los votos, cuando se impugnaron resultados en el 35% de las casillas. "¿Cómo se podía justificar, entonces, la apertura de la totalidad de los paquetes electorales?", preguntó Eloy Fuentes. "Habríamos rebasado los límites que marca la ley", añadió.

El 5 de agosto, el tribunal determinó un nuevo escrutinio en unas 11.000 casillas que implicó la apertura de paquetes electorales. Ésta no evidenció grandes cambios, ni irregularidades ni sustracción o manipulación de las actas.

El Tribunal Electoral reconoció que el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), organismo que agrupa a un sector de la patronal mexicana, tuvo injerencia en la campaña electoral y "cometió una violación a lo dispuesto en normas de orden público", con la emisión entre marzo y mayo de 2006 de espacios publicitarios en radio y televisión claramente tendenciosos contra la candidatura de López Obrador. La ley impide la participación de las empresas en campañas electorales. El tribunal consideró que en sus cuñas publicitarias, el CCE exhibió una tendencia a favor de la continuidad del Gobierno del PAN, lo que viola la prohibición de que terceros contraten publicidad a favor o en contra de un determinado partido político.

Durante dos horas, el secretario general de acuerdos del TEPJF, Flavio Galván, leyó el dictamen elaborado por dos integrantes del tribunal, que rechazó una tras otra todas las alegaciones presentadas por los demandantes.

Denuncias

El largo informe repasa asuntos como la guerra sucia en la propaganda electoral, la intervención de grupos empresariales, los gastos de campaña, la injerencia del Gobierno federal, que recibió las mayores críticas, la utilización de programas sociales oficiales para captar votos, la intervención de autoridades locales a favor del candidato Calderón, el uso indebido del padrón electoral por parte del PAN, las quejas contra el IFE por su supuesta parcialidad, la participación de Aznar en un acto del PAN donde pidió el voto para Calderón, la información preliminar de resultados electorales y la apertura de paquetes electorales.

Todas estas denuncias presentadas por la coalición Por el Bien de Todos no fueron comprobadas por el tribunal o no se consideraron suficientemente relevantes para poner en cuestión el resultado electoral. Los errores que se detectaron afectaron a todos los partidos o fueron de escasa trascendencia. Es decir, no beneficiaron al PAN o perjudicaron al PRD, sino que impactaron a todos los contendientes, dijo Navarro.

Grupos afines al PRD se congregaron en las afueras de la sede del Tribunal Electoral desde el día anterior, por lo que los siete magistrados pernoctaron en el mismo edificio para evitar quedar atrapados por las movilizaciones.