Los trabajadores de Domar se encierran y acampan en la fábrica

Unos 300 trabajadores de Domar, casi la totalidad de la plantilla, se encerraron ayer en la antigua NewPol, en Martorelles (Vallès Oriental), en protesta por las condiciones de despido de los 204 empleados afectados por el expediente de regulación de empleo (ERE). Están dispuestos a permanecer acampados todo septiembre, si hace falta. Más del 80% superan los 30 años en la fábrica. La media de edad supera los 50 años y la mayoría son hombres.

La estampa de ayer era inusual en un polígono industrial: tiendas de campaña de lona y muchas otras improvisadas y levantadas con cuatro cartones, y un montón de colchonetas esparcidas por los vestuarios de la fábrica.

Joan Calvet tiene 53 años y lleva 31 en la fábrica. Ha visto de todo. "Hemos cambiado muchas veces de dirección, ha habido varias empresas, multinacionales...". Calvet no tiene demasiado claro su futuro: "Tengo muchas ganas de trabajar, pero será muy complicado recolocarme". Es técnico de organización, "estoy en una situación un poco delicada, pero lo voy a intentar, aunque sea difícil".

En la fábrica trabajan familias enteras. Es el caso de la de Rafael Cabanillas, de 54 años. En Domar están sus cuatro hermanos, su hijo y dos sobrinas. "No nos queda otra opción que intentar salir adelante". "Llevo toda la vida trabajando aquí, el futuro lo veo bastante complicado". Su salario es el único que entra en casa.

Su hijo, Fernando, tiene 27 años. En mayo pasado, por fin, asegura, logró cobrar 1.100 euros, tras cinco años de contrato, "porque aquí hay escala salarial". "Voy a seguir aquí por la huelga, por las mañanas, pero por las tardes tengo que buscarme la vida y encontrar otro trabajo, vivo solo y tengo que pagarme la hipoteca".

Su prima Elisabet tiene 25 años y entró hace siete en la fábrica. "Estoy haciendo media jornada por mi hijo de 11 meses; nadie me va a coger para trabajar cuatro horas al día, y no tengo con quién dejar al niño, y además está la hipoteca".

La plantilla no está de acuerdo en que se eche a 204 trabajadores -los afectados por el ERE y que representa el 60% de la plantilla- con una indemnización "mínima". Los administradores concursales ofrecen indemnizaciones de 45 días de salario por año trabajado, con un límite de 24 mensualidades, mientras que los sindicatos fijan el límite en 42 mensualidades como condición para abandonar la huelga.

"Vamos a estar cada día encerrados en la fábrica durante todo el mes de septiembre y si no conseguimos un acuerdo, octubre, noviembre...", advierte el presidente del comité de empresa, Antonio Carreras.

"No podemos dejar que 320 familias acaben en el paro por un pelotazo inmobiliario. Domar compró la fábrica por un euro y ahora venderán los terrenos por 45 millones", asegura Carreras.

Hoy tendrá lugar una nueva reunión de mediación, y mañana los sindicatos se reunirán con la Generalitat.