Acusaciones entre Exteriores y Generalitat por las adopciones en Congo

El secretario de Família e Infancia de la Generalitat, Jaume Funes, criticó ayer la actuación de la embajada española en el Congo y del Ministerio de Exteriores, con el que, según dijo, "hay una falta de comunicación". La administración catalana dio el visto bueno a las adopciones que siete familias han realizado en el Congo, pero la embajada española, que debía facilitar el visado a los niños y reconocerles de este modo la nacionalidad española, no ha considerado válidos los trámites. Un diplomático que el Ministerio de Exteriores envió a Kinshasa una vez abierta la crisis se reafirmó ayer en que la documentación aportada por los padres no era correcta, por lo cual se podría llegar a acusar a estas familias de tráfico ilegal de menores.

Todo lo contrario opinó Funes, que afirmó que "la embajada ni se miró cuatro de los siete expedientes". El representante de la Generalitat dijo que no es cierto que los nombres de los niños no se correspondieran con su partida de nacimiento, tal y como ayer indicó un portavoz de Exteriores a este periódico.

Las seis familias que han adoptado en la República del Congo llegaron durante la mañana de ayer al aeropuerto barcelonés de El Prat con los niños, pero aún tienen pendiente legalizar la situación de sus hijos adoptivos, que se deberá resolver en los juzgados de Familia. La séptima, que adoptó en la República Democrática del Congo, llegó el viernes. Las familias permanecieron tres semanas intentando solucionar el problema, cuando habitualmente el proceso no requiere más de cinco días, según las familias. Ahora ya descansan en sus casas con los niños que, desde el primer día que conocieron en el Congo, explicó Javier Segurado, sienten "como hijos propios".