Tura dice que hasta 2008 no se podrá juzgar a los 'mossos' en Barcelona

La consejera de Interior, Montserrat Tura, cree que hasta dentro de dos o tres años no habrá datos suficientes para evaluar la acción de los Mossos d'Esquadra en la ciudad de Barcelona, cuyo despliegue, iniciado en septiembre del año pasado, se ha observado "con lupa, casi con un microscopio electrónico". Transcurridas sin especiales incidentes las fiestas de Gràcia, la consejera cree que "en general" la ciudadanía de Barcelona "no está descontenta" con la policía autonómica, pero lamenta que en algunos sectores se planteen problemas de seguridad como si éstos "sólo sucedieran desde la llegada de los mossos".

"¿Hay violencia en Canaletes sólo desde que están los mossos o ya había antes?", se pregunta Tura como ejemplo, frente a quienes han criticado los dispositivos dispuestos por la policía autonómica con motivo de las concentraciones espontáneas y masivas registradas en la ciudad, de hasta 170.000 personas, y que acabaron en actos vandálicos, como en las celebraciones de los títulos del FC Barcelona.

La consejera de Interior ha negado que el aumento de la preocupación por la inseguridad que muestran los barceloneses en las últimas encuestas tenga que ver con el relevo del Cuerpo Nacional de Policía por los Mossos, sino que en parte, asegura, se debe a que la seguridad es un asunto del que se habla cada vez más. La consejera señala que no es posible cotejar la acción de las policías autonómica y nacional ya que sus sistemas no son comparables, y hasta que no se disponga de una "secuencia de dos o tres años" no se podrán hacer "afirmaciones contundentes".

Además, Tura recuerda que ella misma advirtió de que se trataba de cuerpos en situaciones diferentes, "uno en retirada y otro que viene a quedarse, a hacerlo bien, a mejorar". Añadió que si se toman datos de los juzgados de guardia se comprueba que hay algunos tipos de delitos que han bajado en los últimos meses, como los homicidios, los intentos de homicidio, las violaciones o los robos con fuerza en tiendas, aunque otros suben, como los robos en el interior de viviendas o las peleas con lesiones.