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El Santander llega al 24,9% del Sovereign en la mayor inversión española en EE UU

El desembolso por la participación se eleva a 2.265 millones tras las compras en Bolsa

El Santander ha logrado ya su objetivo de hacerse con una cuarta parte del capital del estadounidense Sovereign Bank. La entidad española ha comunicado a la Comisión del Mercado de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés) un total de 177 operaciones bursátiles en las últimas dos semanas que, unidas a las compras realizadas el lunes y ayer, elevan la participación del banco al 24,9%, el objetivo que se había fijado. El desembolso total asciende a unos 2.900 millones de dólares (2.265 millones de euros), la mayor cifra desembolsada por una empresa española en EE UU.

Tacita a tacita, el Santander ha pasado en pocos meses de controlar el 19,8% al 24,9% del capital del banco con sede en Filadelfia (Pensilvania), según la información entregada a la SEC y las fuentes del mercado consultadas. El acuerdo que sellaron la entidad española y la estadounidense en octubre de 2005 ya dejaba la puerta abierta para que el gigante financiero español fuera adquiriendo más poder en la que iba a ser su futura socia. Tras llegar al 24,99% del capital, el Santander tendrá derecho a hacer una oferta por el control total de Sovereign en 2008.

El banco que preside Emilio Botín pagó 2.395 millones de dólares por una participación inicial del 19,8%. Lo hizo mediante una ampliación de capital a 27 dólares por acción para financiar la compra por Sovereign del banco Independence Community.

A partir de ahí, emprendió la compra directa de acciones en Bolsa. Ha venido comprando títulos a diario a un precio que ha oscilado entre los 20 y los 22 dólares por acción, lo que abarata el coste medio de adquisición.

Pago en metálico

En total, las compras en Bolsa han supuesto algo más de 500 millones de dólares adicionales, con lo que la inversión total se sitúa en unos 2.900 millones de dólares (2.265 millones de euros). Es la mayor inversión en efectivo realizada por una empresa española en Estados Unidos. En su día, la fusión de Terra con Lycos, instrumentada mediante un canje de acciones, se tomó como una adquisición valorada en unos 12.000 millones de euros en el momento del acuerdo y en aproximadamente la mitad a la hora de ejecutarse. La moneda de aquella operación fueron las acciones de Terra, no dinero contante y sonante.

El BBVA también intenta abrirse camino con varias compras realizadas en Tejas y California, sobre todo para sacar tajada al negocio de las remesas. La entidad anunció en junio la compra de Texas Regional Bancshare por 2.164 millones de dólares (unos 1.700 millones de euros) y la de State National (SNB), otro banco de Tejas, por 480 millones de dólares (unos 375 millones de euros). Para financiar esas compras, el banco vendió su histórica participación en Repsol.

En 2004, el BBVA ya adquirió Valley Bank, en California, por 16 millones de dólares, y más tarde, en octubre, se hizo con Laredo National, en Tejas, por 850 millones de dólares, de modo que la inversión total acumulada por el BBVA en Estados Unidos es superior a la del Santander, aunque sin una operación que alcance por sí misma una dimensión similar a la compra del 24,99% del Sovereign.

Sede central del Sovereign Bank en la ciudad de Filadelfia.
Sede central del Sovereign Bank en la ciudad de Filadelfia.ASSOCIATED PRESS

Una inversión con obstáculos

La vuelta del Santander al lucrativo mercado financiero estadounidense no ha sido un camino de rosas. La entidad española se vio obligada a contratar los servicios de la consultora de Rudolph Giuliani, conocido como el alcalde de América por su gestión de los atentados del 11-S contra las Torres Gemelas, para allanar el camino a la operación.

Hasta fines de marzo, la fusión se topó con las reticencias de los principales inversores del Sovereign, como el fondo de inversión Relational Investors y el fondo de pensiones Calpers, que denunciaron ante los reguladores que la transacción era en realidad una toma de control encubierta de la entidad y rebasaba el límite del 20% que obliga al consejo a consultar a los accionistas.

La disputa se zanjó tras redefinir algunos términos del pacto inicial y después de que Sovereign diera a Relational Investors entrada en el consejo de administración de la entidad. El arreglo permitió al banco de Filadelfia cerrar la compra del Independence Community.

El Santander ha adquirido desde entonces las acciones a través de intermediarios, lo que en principio impide al banco español incrementar sus derechos de voto en la junta de accionistas y tomar el control directo del banco.

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