Fallecen 10 inmigrantes clandestinos al naufragar una barcaza cerca de la isla italiana de Lampedusa

Una barcaza cargada de inmigrantes clandestinos volcó el sábado de madrugada ante las costas de Lampedusa, una isla italiana situada a 113 kilómetros de África. En las horas siguientes fueron rescatadas 70 personas con vida y recuperados 10 cadáveres. Según los pasajeros, en la nave, de 10 metros de eslora, viajaban unas 120 personas, por lo que la Marina Militar seguía buscando anoche a una cuarentena de desaparecidos. Cinco personas de nacionalidad libia fueron detenidas como responsables de fletar la barcaza.

La tragedia se produjo cuando los inmigrantes se sentían ya salvados. Habían partido tres días antes desde el puerto libio de Al Zuwara, según diversos supervivientes, y la nave, cargada hasta los topes, navegaba a la deriva, cuando a las 3.35 avistaron las luces de una patrullera militar italiana. Todo el pasaje se desplazó hacia una borda para hacer señas y la barcaza volcó.

Los marinos italianos acudieron de inmediato al rescate y pidieron los refuerzos de otros buques y de helicópteros, pero la oscuridad dificultó la localización de las víctimas del naufragio. Algunos de los supervivientes tuvieron que mantenerse a flote hasta tres horas, a la espera del salvamento.

Entre quienes salieron con vida había un niño de siete años y otros cuatro menores. Entre los 10 cadáveres recuperados, cuatro eran de mujeres. El comandante de la capitanía del puerto de Lampedusa, Michele Niosi, anunció que la búsqueda de supervivientes o víctimas mortales proseguiría en las próximas horas. La cifra de unos 120 pasajeros ofrecida por varios de los inmigrantes pudiera ser exagerada y, por tanto, tal vez no fueran 40 los desaparecidos.

Dos de los rescatados tuvieron que ser transportados a un hospital en Sicilia, uno con bronconeumonía y el otro con pancreatitis. No se temía por sus vidas. Los otros mostraban síntomas de deshidratación y se encontraban muy débiles, pero pudieron ser atendidos en el mismo puerto.

Cinco de los supervivientes, de nacionalidad libia, fueron detenidos como responsables de la travesía. "Lo que ha ocurrido hoy no es una simple tragedia, es también un crimen gravísimo y si no conseguimos castigarlo, se repetirán sucesos similares", declaró el ministro del Interior, Giuliano Amato. "Espero que los tribunales dediquen todo su esfuerzo a identificar a los responsables", siguió el ministro, "y de una vez consigamos erradicar a las bandas criminales que de forma cotidiana ponen en peligro tantas vidas con estas travesías del Mediterráneo".