La amenaza de atentados deja en tierra a cientos de miles de pasajeros
Las cancelaciones en el aeropuerto de Heathrow colapsan el tráfico aéreo internacional
El descubrimiento de una trama terrorista contra aviones que cubren el trayecto entre Reino Unido y EE UU generó ayer el caos en el tráfico aéreo internacional. Las medidas de seguridad aplicadas en los aeropuertos provocaron cancelaciones y retrasos, especialmente en Heathrow, donde resultaron afectadas unas 400.000 personas. Pese a las dificultades, el ambiente reinante en el principal aeropuerto británico era de resignación: "Están cuidando de nuestras vidas", decía un turista que viajaba a Polonia. Decenas de miles de pasajeros se vieron también atrapados en París, Francfort o Roma.
Sebastian Hover, de 33 años, esperaba ayer su vuelo para viajar a Varsovia armado de paciencia. "Nadie parece saber qué pasa, y no hay información", declaraba a la agencia Reuters. "Pero las autoridades están haciendo lo mejor que pueden".
Vuelos cancelados, retrasos, colas y cientos de miles de pasajeros desorientados en los aeropuertos de Reino Unido desde primera hora de la mañana de ayer fue la consecuencia inmediata del estado de máxima alerta decretado por el Gobierno británico en respuesta a la última amenaza terrorista. Heathrow, el aeropuerto con mayor tráfico aéreo de Europa, suspendió los vuelos de llegada hasta media tarde y limitó la salida de aviones tanto con destino nacional como internacional. La terminal tenía previstos ayer más de 650 despegues, 76 de ellos rumbo a Estados Unidos, informa Europa Press.
Otros aeropuertos de Londres y del resto del país también sufrieron situaciones caóticas, debido a los nuevos controles de seguridad, que prohíben los equipajes de mano y aplican estrictos controles de pasajeros."La situación de Gatwick es un auténtico caos", declaraba Iago Rodríguez, un madrileño que desde hace seis años trabaja en ese aeropuerto londinense. Largas colas para facturar los equipajes, gritos y desorden en los mostradores marcaron la jornada. "La situación es muy complicada, hay decenas de policías en el aeropuerto, pero la gente está más resignada que asustada. Un día más estamos bajo la amenaza del terrorismo". En total, British Airways canceló 390 vuelos y otros operadores de bajo coste, como Easyjet y Ryannair también suspendieron parte de sus trayectos. La misma tónica se vivió en los principales aeropuertos europeos. Todos ellos, de Lisboa a Viena, y de Roma a Bruselas, suspendieron hasta media tarde los vuelos a Heathrow y aplicaron las nuevas medidas de control decretadas por las autoridades británicas. Decenas de miles de pasajeros se vieron afectados.
Los acontecimientos en Reino Unido provocaron la reacción inmediata del Gobierno francés, que convocó una reunión de emergencia de su célula antiterrorista. El ministro del Interior, Nicolas Sarkozy, anunció después que el equipaje de mano en los vuelos a Estados Unidos, Reino Unido e Israel será registrado "al cien por cien". Además, se reforzará la vigilancia en todos los aeropuertos y estaciones del país, y muy especialmente en los trenes Eurostar, que enlazan Francia y Reino Unido bajo el Canal de la Mancha. De hecho, la compañía Eurostar registró ayer ventas adicionales cercanas a los 5.000 billetes.
El aeropuerto parisino de Roissy mantuvo el nivel máximo de alerta. Air France y todas las demás compañías anularon sus vuelos a Heathrow. El tráfico aéreo se vio también muy afectado en la terminal de Niza, donde la suspensión de diez vuelos rumbo a Reino Unido dejó en tierra a 1.500 personas.
También la compañía alemana Lufthansa canceló ayer 33 vuelos a Heathrow, afectando a 5.000 pasajeros. Sí se mantuvieron los trayectos a otros aeropuertos británicos, aunque con largos retrasos. Las autoridades alemanas decidieron reforzar de inmediato las medidas de seguridad aérea, y el aeropuerto de Fráncfort se puso se alerta máxima.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.