Toyota desafía a los grandes de Detroit

Los gigantes de la automoción de Detroit no terminan de convencer a sus clientes en casa. En tiempos de alto precio de la gasolina y con las letras del coche por las nubes, los estadounidenses miran más hacia la eficiencia de los ingenios asiáticos buscando el ahorro para sus bolsillos. Lo demuestran, otra vez, las cifras de ventas de coches de julio. Toyota desbanca a Ford y se convierte por primera vez en la segunda marca más vendida en el país, por detrás de General Motors (GM). Y ya se habla de que EE UU no es un feudo de los big three (los tres grandes) de Detroit (Michigan), sino de seis.

Toyota ha registrado beneficios récord en el primer trimestre del año, que atribuye precisamente al incremento de las ventas en EE UU y a la debilidad del yen frente al dólar. El fabricante nipón informó el viernes de que había ganado 371.500 millones de yenes (2.523 millones de euros, un 39,2% más que en el mismo periodo del año anterior).

Las matriculaciones de vehículos caen un 17,4% en julio, por el alza de tipos y del petróleo

"El precio de la energía juega a nuestro favor, tenemos el producto que buscan los clientes"

Las ventas del pasado mes se esperaban malas para los tres grandes de Detroit, GM, Ford y Chrysler. En verano de 2005, las automovilísticas estadounidenses se lanzaron en una batalla encarnizada por hacer caja y vestir unos resultados cuya vulnerabilidad empezaba a ser evidente. Eran días, además, en los que el precio del dinero en EE UU no estaba tan alto como hoy y en los que la factura energética no tenía un impacto tan grande en los hábitos de consumo de los clientes estadounidenses.

Y es que la realidad está siendo mucho peor de lo anticipado por Wall Street y los tres fabricantes estadounidenses están registrando caídas espectaculares en las ventas, sobre todo en los segmentos de camionetas tipo pickup y todoterreno. El grupo GM, que desde hace un año afronta un drástico proceso de reestructuración en su división norteamericana para reducir capacidad y recuperar competitividad, vendió 406.298 vehículos ligeros el mes pasado, 118.000 menos que en julio de 2005. Las ventas de pickup, monovolúmenes y todoterreno bajaron un 31%. Las caídas afectan a Buick, GMC, Cadillac y Chevrolet.

Su rival Ford tiene los mismos problemas y está revisando su estrategia de marca tras ver cómo sus ventas totales cayeron por sexto mes consecutivo, hasta las 241.339 unidades, 125.210 menos que en julio de 2005. Las matriculaciones de su vaca lechera, el pickup de la serie F, cayeron un 45,6% frente al récord de 126.905 unidades hace un año. En los todoterreno Explorer y Expedition el mes fue mucho peor, con caídas del 57% y del 51% respectivamente. Las de su rival Chrysler cayeron también un 31,5%, hasta las 240.146 unidades.

¿Es que los estadounidenses no quieren comprar más coches? En general, las matriculaciones de vehículos cayeron un 16,8% en julio, hasta los 17,24 millones de unidades, según cifras de Autodata. Pero si se observan los datos de los fabricantes asiáticos y europeos, se constata que los clientes buscan en el mercado más potente del mundo coches más pequeños y eficientes, para compensar el alto precio de la gasolina. Y los programas de incentivos lanzados por los tres grandes no son suficientes para atraer a los consumidores.

Las marcas importadas son más atractivas que las domésticas. "Estamos en un mundo diferente", explica Walter McManus, director de la oficina de estudios del Transporte en Automóvil de la Universidad de Michigan, mientras recuerda los años en los que GM controlaba la mitad del mercado en EE UU. "Las ventas las dirige ahora el coste del combustible", remacha. La principal beneficiada de este cambio es Toyota. La compañía japonesa vendió un 16,2% más que el año pasado, hasta las 241.826 unidades.

Hasta en Toyota se declaran sorprendidos. Su portavoz, Irv Miller, señala: "El precio actual de la energía está jugando a nuestro favor porque tenemos el producto que buscan los clientes". Toyota superó en ventas a DaimlerChrysler en EE UU el pasado abril. A día de hoy, GM tiene el 27,2% de cuota de mercado en EE UU. Le siguen (muy de lejos aún) Toyota, con el 16,2%, que ha ganado en un año 4,2 puntos porcentuales y que supera en una décima a Ford. Honda y Hyundai registraron ese mes un incremento de las ventas del 6%. Los asiáticos controlan ya el 41,4% de las matriculaciones, frente al 33,1% de hace un año.

Las marcas europeas también sacaron tajada. Mercedes-Benz registró un aumento de las matriculaciones del 4%. Volkswagen subió un 5%, Audi un 1,5% y Porsche un 12%. Volvo, filial de Ford, mejoró sus ventas un 10% en julio. Sólo BMW y Nissan registraron caídas, del 13,4% y del 19,5% respectivamente, por el fuerte descenso en las ventas de sus todoterreno. Los analistas señalan en el caso de Nissan, socia japonesa de la francesa Renault, que se topa además con el problema de que no está sacando productos nuevos a la venta.

Y mientras GM y Ford reducen capacidad en sus divisiones en Norteamérica, a través de la rescisión combinada de 60.000 empleos y del cierre de 26 plantas, Toyota y Honda se permiten abrir factorías para atender la demanda en EE UU. Los analistas del sector calculan que en las condiciones actuales, la japonesa necesitaría cinco años para superar a GM en su propio mercado, aunque recuerdan que el plan de reflote empieza a dar frutos.

Lo cierto es que ni GM ni Ford son capaces en este momento de contener la pérdida de mercado que sufren frente a sus rivales asiáticas y europeas. Como señala el vicepresidente de la división norteamericana de Toyota, Dennis Cuneo, "el mercado de EE UU empieza a ser más el de los seis grandes que de los tres grandes", con GM, Ford, DaimlerChrysler, Toyota, Honda y Nissan como actores principales, y quizás Hyundai. En lo que va de año las ventas de GM han caído un 14,1%, las de Chrysler un 10,4% y un 9,7% las de Ford, frente a un alza del 10,1% de Toyota y un 6,9% de Honda.

Y las cosas no parecen que vayan a mejorar a corto plazo. Los ejecutivos de la industria se muestran "cautelosamente optimistas" sobre las matriculaciones en otoño, en parte gracias al lanzamiento de nuevos productos.

El mercado exterior se ve ahora como una salida a la crisis que viven los fabricantes estadounidenses en casa. GM anunciaba en el viernes la apertura de una segunda planta de ensamblaje en India (donde controla el 2,3% del mercado frente al 22,2% en China), para sacar tajada al potencial de esa región, cuya economía crece un 10% anual. Pero los analistas advierten de que la salida de EE UU no es una panacea y la ven más como una solución a largo plazo.