El régimen cubano establece una dirección colectiva para suceder a Fidel

Un equipo de seis personas al mando de Raúl Castro ha comenzado ya a trabajar como Gobierno provisional de Cuba. Cuatro días después de que se anunciara la grave enfermedad de Fidel, todas las señales confirman que, regrese o no el comandante al poder, el régimen apuesta por una sucesión institucional y un Gabinete de dirección colectiva. Mientras la partida política se jugaba en los despachos oficiales de La Habana, en las calles se activaron los llamados "mecanismos de protección de la revolución" para prevenir incidentes. Los tradicionales carnavales de la capital fueron suspendidos hasta nuevo aviso.

El diario Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC), envió ayer una señal muy clara al reproducir en su primera página unas palabras pronunciadas por Raúl Castro el pasado 14 de junio. El número dos del régimen afirmó entonces que el liderazgo de Fidel no era hereditario, y que sólo el partido como institución podía sucederle.

En vista del hermetismo oficial sobre el estado de salud del comandante, los diplomáticos destinados en La Habana tienen la atención centrada en los movimientos dentro del PCC y en las primeras medidas del Gobierno provisional. Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) -formados por ciudadanos de a pie encargados de vigilar en las calles el cumplimiento de las directrices oficiales- anunciaron ayer el fortalecimiento de la llamada "vigilancia popular" para evitar manifestaciones de la disidencia y salidas ilegales del país.

Además de Raúl, los seis hombres que han asumido las labores de gobierno son miembros del Comité Central del PCC. Entre ellos destacan Carlos Lage, artífice de las reformas de apertura económica de los años noventa, y el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque, que fue durante siete años secretario personal de Castro.

Los comunistas ortodoxos José Ramón Machado Ventura, José Ramón Balaguer y Esteban Lazo representan, con Raúl Castro, la continuidad histórica. También es significativa la presencia de Francisco Soberón, presidente del Banco Central de Cuba y protagonista del actual proceso de regreso al centralismo económico. Ninguno de ellos ha aparecido aún en público.