Casa Asia alerta sobre la creciente competitividad de la industria china

China apuesta por la tecnología para dar valor a sus exportaciones. Según un informe de Casa Asia, el país cuenta con planes estratégicos para realizar una "fuerte inversión" en investigación y desarrollo en los sectores del software, telecomunicación, biomedicina, aviación civil e industria aeroespacial. Su comercio interregional, por otra parte, creció alrededor del 500% entre 1993 y 2003, desbancando a EE UU como principal mercado en la zona.

China quiere alejarse del estereotipo de que tan sólo desarrolla manufactura de bajo valor añadido. En los últimos años el Gobierno de Pekín ha realizado una apuesta por la inversión en investigación y desarrollo (I+D) en diferentes sectores relacionados con las tecnologías En biomedicina, por ejemplo, "comercializará vacunas para pandemias", y en el sector de la aviación militar, "construirá aviones, helicópteros y motores de última generación", según Amadeo Jensana, director del círculo de negocios de Casa Asia, patrocinador, con la Fundación CIDOB, de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, celebrados en el Centro de Cultura Contemporánea (CCCB).

El proceso de modernización tecnológica se produce a un ritmo rápido: "China ya exporta más productos de telecomunicaciones que Estados Unidos", apuntó Jensana. Ahora, por el incremento de calidad de los productos asiáticos, quedan muy pocas potencias occidentales que no acumulen déficit comercial con el gigante asiático. El de EE UU supera los 200.000 millones de dólares, unos 157.000 millones de euros, según datos de Casa Asia.

El crecimiento de la competitividad industrial no es exclusivo del gigante asiático, sino que también lo están desarrollando India, Indonesia y Corea del Sur. Japón ha confeccionado un plan de I+D hasta 2011 cuyo objetivo es convertirse en el país productor de referencia en biotecnología, nanotecnología y robótica, entre otros sectores, destacó Jensana.

Otra clave de la transformación de las economías asiáticas es su potente mercado interno. Las relaciones entre Pekín y las capitales de Corea del Sur, Indonesia, Tailandia e India han crecido alrededor del 500% entre 1993 y 2003. A pesar de la apertura china al resto del mundo, "más de la mitad de su comercio se centra en Asia", explicó Fernando Delage, director del centro de formación y documentación de Casa Asia.

Con esta estrategia, que beneficia a otras economías asiáticas, "China ha desbancado a Estados Unidos como mercado más importante en esta región", que concentra más del 50% de la población y produce casi el 25% del producto interior bruto (PIB) mundial, subrayó Delage.

El auge asiático ofrece "muy buenas oportunidades de negocio" a las empresas españolas, destacó Jensana. China cuenta con unos 80 millones de consumidores con un "alto poder adquisitivo". Lo cierto es que el 20% de los 1.300 millones de chinos es responsable del 50% del consumo total, según el Banco Mundial.

Desde su entrada en la Organización Mundial del Comercio (OMC), China ha reducido sus aranceles de aduanas. En el sector de la automoción ha pasado del 80% al 25%; en el vinícola, del 65% al 14%, y en el de la maquinaria, del 35% al 7,5%. Pero "la falta de músculo financiero de la industria española complica su participación en estos mercados emergentes", dijo Jensana. De las 475.000 empresas extranjeras con inversiones en China, sólo 200 son españolas. Entre éstas destacan Telefónica, Agrolimen y Alsa, dedicada a los transportes.

Una de las consecuencias del auge económico chino es, según Delage, que Pekín vaya exigiendo "más protagonismo en la comunidad internacional", un camino que puede enfrentarle con Estados Unidos. En este proceso, "Europa pinta muy poco", lamentó Delage.