La era de la obesidad
La obesidad se ha erigido en una de las principales amenazas para la salud infantil en China, según un estudio del propio Gobierno. El problema es especialmente grave en las grandes ciudades, como Pekín y Shanghai, donde es frecuente ver a niños de tres y cuatro años, que pesan el doble de lo que deberían.
Las autoridades educativas de la capital aseguran que la altura, el peso o la circunferencia del torso de los chavales están creciendo, mientras los parámetros de resistencia física, como capacidad pulmonar, fuerza y velocidad no dejan de disminuir. La mitad de los estudiantes de secundaria tiene hipertensión, y el número de los que sufren un serio exceso de peso ha crecido un 50% en los últimos cinco años.
Un 12,9% de los niños pequineses de primaria es obeso. En las calles de Pekín, es frecuente ver a la salida de los colegios a los escolares atiborrándose de helados, pastelería industrial y bebidas azucaradas. Y en muchos restaurantes los niños consumen vorazmente todo tipo de platos ante la mirada complaciente de padres, que, en su juventud -y aún hoy en día-, para preguntar a alguien ¿cómo estás? dicen: "Ni chi le ma? (¿Has comido?)". A ello hay que sumar, la disminución del ejercicio físico, que ha sido sustituido por la televisión, Internet y los juegos de ordenador.
Según aseguraba hace unos días Ji Chengye, del departamento de salud infantil de la Asociación de Medicina Preventiva, en el Diario de los Trabajadores, "China ha entrado en la era de la obesidad", un problema, que según dice, afecta principalmente a los niños y al que "la sociedad no ha prestado suficiente atención".
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