Las farmacias italianas cierran en protesta por la liberalización de Prodi
El Gobierno quiere autorizar la venta en supermercados de los medicamentos sin receta
Unas 15.000 farmacias permanecieron cerradas ayer durante todo el día en Italia para protestar contra el programa de liberalización económica emprendido por el Gobierno de centro-izquierda del primer ministro, Romano Prodi. Los propietarios de las farmacias privadas se oponen a una propuesta de ley que liberaliza la venta de medicamentos sin receta, para que puedan ser dispensados también en los supermercados y grandes superficies.
Al paro, convocado por Federfarma, la asociación de dueños de farmacias, solo se adhirieron los administradores privados de farmacias, mientras que los públicos, de titularidad municipal (1.400 en total) garantizaron un servicio regular. Dentro del territorio europeo, en Alemania y en Grecia existe una lista restringida de medicamentos que se pueden vender fuera de las farmacias. La liberalización es total en otros países, como Dinamarca, Holanda y Portugal.
El decreto prevé la posibilidad para el consumidor de comprar los medicamentos sin receta en áreas reservadas de los supermercados, con la presencia de un farmacéutico titulado. También establece la posibilidad de efectuar rebajas de hasta el 20% en los precios de los medicamentos.
Por último, pone fin al principio que permitía a los herederos de un farmacéutico mantener la licencia de venta sin necesidad de tener el título universitario o pertenecer al colegio profesional.
Las asociaciones de consumidores acusan a las farmacias de defender sus intereses y no los del público. Según una encuesta publicada ayer por el diario La Repubblica, el 63% de los italianos apoyan las medidas impulsadas por el Gobierno. El presidente de Federfarma, Franco Caprino, dijo estar "convencido" de la necesidad de rebajar los precios de los medicamentos, que en Italia son más altos que en toda Europa. Pero precisó: "El camino correcto no es éste. Este decreto es un regalo de Navidad anticipado para los grandes almacenes y las casas farmacéuticas, que perjudica a los consumidores".
Distinta es la posición de Venanzio Gizzi, presidente de Asofarm, la asociación de las farmacias públicas: "Creemos en la necesidad de una reforma del sector, y somos contrarios a formas de protestas que dañen al consumidor". Aunque también expresó la necesidad de empezar las conversaciones con el Gobierno acerca de algunos aspectos de la reforma.
El paro de las farmacias llega dos días después de que se terminara el de los taxistas, que durante días bloquearon las calles de las principales ciudades con sus vehículos blancos. Ahora se avecina un nuevo paro de los abogados. Las polémicas sobre la liberalización invaden todos los medios de comunicación.
Tras el acuerdo con los taxistas, logrado el lunes por el ministro de Desarrollo, Pierluigi Bersani, el Gobierno recibió críticas tanto de la oposición como de los partidos que forman la coalición gobernante, que interpretaron el acuerdo como un paso atrás del Ejecutivo. Pero Romano Prodi sigue impulsando su programa de liberalizaciones y ha reiterado que los objetivos de fondo de la reforma no son negociables, entre otras razones, porque estaban presentes en el programa electoral de la coalición de izquierda.
Las distintas asociaciones de consumidores tienen previsto lanzar hoy una iniciativa conjunta a favor del decreto de las liberalizaciones.
Por iniciativa del Consejo Nacional de Consumidores y Usuarios, varias asociaciones estarán presentes hoy en las principales ciudades italianas para recoger firmas en apoyo de la propuesta de ley. La iniciativa, según explica la organización de consumidores en un comunicado, "es una respuesta fuerte a los grupos de presión que intentan impedir el programa de liberalizaciones del Gobierno".
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