Un techo para los vagabundos
S. POZZI | Nueva York
Los días de calor tórrido en Nueva York es difícil ver a vagabundos deambulando por sus calles. Los que tienen más suerte se cuelan en los vagones del metro, donde hace más fresquito gracias al sistema de aire acondicionado y pueden protegerse del bochorno. Se calcula que dispersas por la ciudad hay 3.800 personas sin hogar que buscan como refugio los puentes de las autopistas, los túneles del tren o las paradas del metro.