Zapatero y Rajoy consuelan a la viuda del soldado muerto

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, presidió ayer en la sede de la Brigada Paracaidista en Alcalá de Henares el funeral por el soldado muerto en Afganistán el pasado sábado, Jorge Arnaldo, de 26 años y de origen peruano. Durante el acto, Zapatero se acercó a la viuda, Zaira Vilma Jiménez, para darle el pésame y entregarle la bandera española que cubría el féretro de su marido, así como su boina y la Cruz al Mérito Militar, concedida a título póstumo.

Ocho soldados paracaidistas portaron el ataúd de su compañero durante diez minutos, a paso lento y al son de la marcha fúnebre, hasta el patio de armas donde se ofició el funeral. El féretro, rodeado por cuatro candelabros y cubierto por la bandera española, se ubicó en el centro del patio, entre las autoridades y los familiares de la víctima, entre los que se encontraba su cuñado, también soldado en la Segunda Bandera de la Brigada Paracaidista.

Frente a ellos, Zapatero, con el bastón de mando que recibió como presidente de la ceremonia; el líder del PP, Mariano Rajoy; el ministro de Defensa, José Antonio Alonso; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y toda la cúpula militar.

El arzobispo castrense que ofició la ceremonia, Francisco Pérez González, salpicó la misa de funeral con numerosos elogios al valor del soldado que había muerto de una forma "tan cruel" y dio las gracias "a todos aquellos que venís como inmigrantes y os ponéis al servicio de la patria española". Arnaldo llevaba apenas un mes de misión en Afganistán y casi tres años en la Brigada Paracaidista. Su familia partió poco después del funeral rumbo a casa para enterrar a Jorge en el lugar en que nació, Campara (Perú).