Los 'arrantzales' dependen en un 30% de la pesca de la anchoa

No toda la flota cantábrica -197 barcos y 3.000 pescadores- se está resintiendo de igual manera por la escasez de anchoa en este caladero compartido con los pelágicos franceses. Los gallegos la están sufriendo especialmente, porque de la pesca de esta especie depende el 60% de sus ingresos. En el caso de los arrantzales, la cifra se reduce a un 30%, según el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Guipúzcoa, Jaime Tejedor. "Para nosotros la campaña más importante es la del bonito, que representa entre el 50 y el 65% de los ingresos".

Estos días no se puede hablar con los pescadores vascos. Apenas pisan puerto para descargar de madrugada, precisamente porque están en plena la costera de túnidos. Pero con la mente en otra parte. "Lo que queremos es que se cierre de forma inmediata la pesquería de la anchoa", coinciden Tejedor y su homólogo vizcaíno, Iñaki Zabaleta. "Pero tiene que ser un cierre sin condiciones, hasta que se vea que la especie se ha recuperado".

Los pescadores del Cantábrico, con una flota cada vez más reducida -en los sesenta eran 580 barcos-, negocian estos días ayudas para hacer frente a la crisis. La oferta del Ministerio de Pesca, aún por concretarse, consistiría en la ayuda prevista para una parada biológica de 40 días, a razón de hasta 85 euros por jornada y pescador -45 del Gobierno y 40 de las autonomías- en función de las capturas de cada barco. El próximo día 14 se celebrará una reunión en Asturias entre representantes del Ejecutivo central y los de las comunidades para tratar de llegar a un acuerdo.

Sobreexplotación

"Pero nosotros no queremos ayudas, sino una gestión sostenible", apunta Tejedor. "Claro que el mar está sobreexplotado, y además con la ayuda del Gobierno, que nos ha perjudicado para apoyar a otras flotas", añade. El acuerdo de Arcachón, vigente hasta 2005, establecía unas capturas máximas de 30.000 toneladas (ahora son de 5.000), obligaba a España, con el 90% de la cuota, a ceder a Francia 9.000 toneladas de anchoa al año (el 10%), a cambio de 2.200 toneladas de merluza y otras especies -básicamente para Galicia- y un paro de la flota francesa entre el 20 de marzo y el 31 de mayo.

Por esos intercambios, la flota vasca ha perdido 330.500 euros en 17 años, según cálculos de Tejedor. Durante este tiempo los pesqueros pelágicos de Francia, con una cuota del 10%, tendrían que haber capturado 57,4 toneladas de anchoa y han pescado 227, asegura el presidente de los arrantzales de Guipúzcoa. "Y a nosotros nos correspondían 546 toneladas y sólo hemos capturado 212".