Trabajadores y usuarios han criticado reiteradamente la seguridad de la línea

La seguridad de la línea 1 del metro de Valencia, en la que ayer se registró el terrible accidente, ha sido cuestionada desde hace años tanto por los trabajadores de la empresa Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV) como por los sindicatos y los propios usuarios. A lo largo de los últimos años se han registrado en esa línea, la más antigua de la red, diversos accidentes, siempre leves. El más importante se produjo el 9 de septiembre del pasado año en Picanya, cuando un choque en el que se vieron implicados tres trenes se saldó con 42 heridos, dos de ellos graves.

El accidente de Picanya, población del área metropolitana de Valencia, se registró por un "cúmulo de circunstancias", según explicó entonces la empresa. El primero de los tres trenes implicados quedó frenado después de rebasar una señal luminosa en rojo, lo que activó el sistema de frenado automático puntual (FAP). Esta circunstancia se repitió con el segundo tren, en el que también se activó el FAP tras superar igualmente la misma señal. Este segundo convoy ya alcanzó "levemente" al primero, según explicaron entonces desde FGV. El tercer alcance, el que conllevó las consecuencias más graves, se produjo algo menos de cuatro minutos después y a pesar de que el sistema se activó, no lo hizo calculando que en la distancia precisa para el frenado había ya otros dos trenes detenidos. Después aquel accidente, fuentes sindicales denunciaron que 10 maquinistas de la empresa FGV conducían trenes a pesar de no tener capacitación legal para hacerlo.

Poco después, los trabajadores del tranvía de Alicante, gestionado igualmente por FGV, también denunciaron problemas de seguridad y de falta de formación del personal.

El sindicato de maquinistas de FGV ha convocado durante años huelgas, casi siempre coincidiendo con las Fallas de Valencia, para denunciar no sólo las condiciones laborales, sino también cuestiones de seguridad. Una de estas últimas, referida a la línea 1, es la referida a la inexistencia de pasarelas de evacuación en los túneles, que sí existen en las líneas más modernas de la red de FGV.

En las Cortes Valencianas, los grupos de la oposición ya se interesaron en la pasada legislatura por las condiciones de seguridad de la línea 1. En una comparecencia del entonces consejero de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes, José Ramón García Antón, los portavoces del PSPV-PSOE y de Esquerra Unida preguntaron por la cuestión y aludieron a las numerosas denuncias relativas a problemas de seguridad, como el del FAP, pero también a los sistemas de comunicación tren-tierra -que mantienen en contacto a los maquinistas con el puesto central de mando-, así como a los numerosos pasos a nivel que jalonan la línea 1, subterránea a su paso por la ciudad de Valencia pero que en el resto de su trazado por el área metropolitana de la capital discurre casi siempre en superficie.

Los sindicatos reclamaron ayer mayor atención a los problemas de seguridad de la red de FGV. Así, tras manifestar su "pesar" por el accidente de ayer, la Confederación General del Trabajo del País Valenciano (CGT-PV) exigió "inversiones para mejorar la seguridad del transporte ferroviario". Fuentes de este sindicato señalaron que "ante una tragedia de tal magnitud es necesario que se movilicen todos los recursos económicos, humanos y técnicos necesarios para la ayuda y atención a los afectados y sus familias" y recordaron su "permanente demanda de mayores inversiones en el transporte público, tanto en lo referente a autobuses como a los trenes y el metro, al objeto de mejorar el servicio y, sobre todo, la seguridad de los trabajadores del sector y de los miles de ciudadanos que cada día hacemos uso de dichos servicios públicos".

Mientras, el secretario general de CC OO del País Valenciano, Joan Sifre, señaló la necesidad de mantener la "prudencia" sobre las causas del accidente de ayer, y pidió que en cuanto sea posible se reúna el comité de seguridad en la circulación y el comité de seguridad y salud de la empresa FGV. Por su parte, el sindicato UGT no quiso hacer ayer valoración alguna en esta cuestión, aunque lo hará en los próximos días.