El consejero de Transporte de la Generalitat dice que el convoy estaba "en perfectas condiciones"
José Ramón García Antón, actual consejero de Infraestructuras y Transporte de la Generalitat, afirmó ayer que el convoy accidentado en la línea 1 del metro de Valencia "estaba en perfectas condiciones para funcionar" y que el accidente no fue provocado ni por "la rotura de una rueda", "ni por un desprendimiento de la bóveda del túnel", según las primeras inspecciones realizadas por los técnicos de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). Según el consejero, personal de FGV pudo acceder a la estación antes de que llegara la policía, y en esa primera inspección "no vieron ninguna rueda rota ni rotura apreciable" en el convoy siniestrado. Asimismo, descartó, por el momento, que el trágico suceso se produjera por un exceso de velocidad, al explicar que, "por la forma en que se produce este tipo de accidentes, cuando son por alta velocidad suele ser el coche segundo el que descarrila, y no el primero como ha pasado en este caso". Sin embargo, afirmó que esta posible causa "no se puede descartar" hasta que el personal técnico revise las instalaciones y ubique la caja negra del vehículo. El consejero aseguró que el convoy no estaba sobrecargado y que en el punto donde se registró el accidente estaban en funcionamiento todas las medidas de seguridad.
De esta forma, García Antón replicaba al subdelegado del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Luis Felipe Martínez, que poco antes había dicho que el accidente se habría producido, según las primeras investigaciones, por una combinación entre un exceso de velocidad y la rotura de una de las ruedas del ferrocarril.
García Antón anunció la creación de un gabinete de crisis que se encargará de estudiar y analizar en forma escrupulosa por qué se ha producido este suceso. "Esperamos que en pocos días se pueda tener una información definitiva", aseguró el consejero, al tiempo que anunció que pedirá una comparecencia en las Cortes Valencianas "para explicar el alcance y las causas del accidente y todo aquellos datos que podamos conocer sobre lo sucedido".
También afirmó el consejero de Infraestructuras y Transporte que el convoy accidentado había pasado con éxito su última revisión la semana pasada, el 27 de junio, por lo que estaba "en perfectas condiciones para poder funcionar". Según García Antón, los ejes de la unidad fueron cambiados en 2003, y las ruedas, revisadas el pasado 5 de mayo.
"Ha sido un descarrilamiento muy atípico, en un punto en el que nunca había ocurrido nada parecido", añadió el consejero, que informó de que este tipo de convoyes pasa revisión cada 15, 30, 60, 90 y 150 días.
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