Minuciosos preparativos hasta el final

La planificación y los entrenamientos de cada misión espacial comienzan meses o años antes del despegue, pero las últimas horas exigen minuciosos preparativos que los astronautas cumplen, mientras centenares de técnicos ponen a punto el transbordador, cargando los depósitos de combustible y verificando una y otra vez todos los sistemas de la nave. Los helicópteros de la NASA y del servicio meteorológico no cesan de volar sobre la base durante las horas previas al lanzamiento. Entre tanto, los astronautas se levantaron ayer a las 4.53 hora local (las 10.53 hora peninsular), desayunaron media hora después y pasaron la última revisión médica. Tras una sesión de fotos más, comieron a las 10 de la mañana y a las 11 comenzaron a ponerse los trajes de vuelo. Cada uno de los siete miembros de la tripulación, con su atuendo de color naranja, es ayudado por los asistentes a conectar los dispositivos de comunicación, a ponerse las botas, a asegurar todos los cierres y sistemas de refrigeración, etcétera. Todo ello ante las cámaras del circuito cerrado de televisión de la NASA, en el edificio denominado de Operaciones y Control de Salida situado en el área industrial de la base espacial, a unos 10 kilómetros de la base de lanzamiento.

A las 11.36 hora local, salieron del edificio, y subieron a la tradicional camioneta plateada que los condujo, con una pequeña comitiva, a la plataforma de lanzamiento. A las 12.06 comenzaron a entrar en la cabina del Discovery, uno por uno, con los asistentes encargados de ayudarles a sentarse en sus posiciones, mirando hacia arriba y con la espalda hacia el suelo. La operación de colocación de los siete astronautas en la cabina dura más de una hora, también seguida por las cámaras. Ayer, poco más de dos horas antes del despegue, cuando aún no se había cerrado la escotilla de la cabina, se comunicó a la tripulación la decisión de los responsables de la NASA de cancelar el lanzamiento y volver a intentarlo mañana. Los astronautas salieron de la cabina de nuevo ayudados por los asistentes. Minutos más tarde la comitiva cruzaba las instalaciones de la base, bajo una persistente llovizna. Mañana repetirán una vez más esta minuciosa rutina.