Un empresario afirma que negociaba con Roca los planes urbanísticos
El promotor granadino José Ávila Rojas, imputado por cohecho en la Operación Malaya, admitió ayer que negociaba con el cerebro de la red de Marbella, Juan Antonio Roca, los convenios urbanísticos para construir en Marbella. Ávila Rojas, en libertad bajo fianza, explicó por teléfono que él "negociaba los convenios urbanísticos con Roca en la empresa Planeamiento 2000, como lo hacía todo el mundo". El empresario declaró al juez que si no se negociaban en el Ayuntamiento es porque en el consistorio le remitían a Roca.
"Hemos pasado cinco días en un calabozo como si fuéramos delincuentes", afirmó Ávila Rojas, uno de los mayores promotores de Marbella y que ha construido obras tan polémicas como el Banana Beach, un complejo de viviendas en zona verde. "Estábamos 14 empresarios, que sumamos 40.000 empleados, mezclados con putas y drogadictos y jóvenes que daban mucha pena compartiendo un solo váter. Ha sido muy duro. El de Aifos [la mayor promotora de Málaga] estaba llorando, Fidel San Román [importante constructor de Madrid] se caía al suelo y estaba con temblores, venga a tomar pastillas. No nos íbamos a fugar, bastaba con que nos hubieran llamado al juzgado", afirmó. Ávila Rojas invierte en la República Dominicana, como otros de los implicados: Tomás Olivo y Carlos Sánchez.
El constructor, que quedó en libertad tras pagar una fianza de 500.000 euros, sostiene que las acusaciones se basan en la agenda manuscrita a Roca: "Yo sé lo que le daba limpio para el Ayuntamiento. No sé lo que él apuntaba en su agenda. Las libretas de Roca son mentira. De mis ocho convenios, sólo he hecho dos. El resto están paralizados y se verá que no hay nada".
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