Playas sin tabaco: "no gracias"

Los alcaldes del litoral andaluz no comparten la iniciativa catalana de acotar zonas para fumadores o no fumadores. Rechazan además tajantemente proponer de momento una playa sin humos, al menos mientras la ley o una instancia superior no lo exija. Lo que sí apoyan son las campañas de concienciación, la mejora de los servicios de limpieza y el reparto gratuito de ceniceros especialmente para evitar que las colillas queden en la arena.

La Junta además intenta alcanzar acuerdos con los municipios costeros para que "los servicios de las playas se basen en concesiones a medio y largo plazo, de modo que se garantice la total seguridad sanitaria y la calidad de las playas.

Los responsables municipales, da igual el signo político, parecen que han encontrado un punto de encuentro. Es el caso del litoral gaditano donde los regidores de Cádiz, Chiclana, Conil o El Puerto de Santa María, pertenecientes a PP, PSOE, IU e Independientes Portuenses, respectivamente, coinciden en reivindicar la tolerancia y la convivencia de fumadores y no fumadores bajo el sol y sobre las hamacas.

Alcaldes, ecologistas, empresarios y operarios apuestan por educar a los fumadores

Todos, sin embargo, son conscientes del problema que conlleva el tabaco en el litoral. El pionero en el reparto de ceniceros fue el Ayuntamiento de Cádiz, que los entrega desde hace ocho años. Una campaña que se inicia cada verano y que se intensifica en eventos concretos como la noche de las barbacoas del Carranza.

La iniciativa catalana emprendida en el municipio de Miranda de L'Escala (Girona) ha dividido incluso a la organizaciones ecologistas en el litoral almeriense, muy activas este último año contra la destrucción del litoral y el medio ambiente. Mientras que para el colectivo de Ecologistas en Acción la iniciativa de CIU "es un insulto a la inteligencia, con todos los problemas de contaminación que esta sociedad tiene, procedente de la industria, el transporte y de los que origina los núcleos urbanos", para el grupo ecologista, Cóndor, es muy lógica y defiende a ultranza la prohibición de fumar en las arenas.

El portavoz de Ecologistas en Acción, Francisco Toledano, defiende que esta actividad sólo origina que los fumadores dejan las colillas en las playas, para lo cual basta con emprender campañas y "concienciar" a los fumadores. Enfrente, Juan Pedro González, de Condor, asegura que "la mayoría de los fumadores, además de fastidiarse su salud y fastidiar a la de los demás, son unos desconsiderados".

Desde otro punto de vista, el presidente de la Asociación de Empresarios de la Costa Tropical, Francisco Gijón, se mostró sorprendido por la propuesta. "Estas cosas hay que tomárselas con mucha filosofía. En realidad, no se trataría de una medida ni positiva ni negativa, sencillamente no tendría ninguna repercusión", afirmó. En su opinión, la única forma de que las colillas no se instalen en la arena es "educar a la gente".

José Lázaro es hamaquero en la playa de Playamar. Lleva en el oficio más de 20 años y asegura que pese a que las máquinas pasan todas la mañanas, cada día emplea un buen rato en recoger con su rastrillo las colillas que los clientes hincan en la arena.