La OMC, abocada a aplazar hasta finales de julio el logro de un pacto sobre aranceles

La reunión de los principales bloques que negocian la liberalización del comercio mundial en el seno de la Ronda de Desarrollo de Doha concluyó ayer sin que ninguno de ellos hiciese ningún avance en sus respectivas ofertas que pudiera dar lugar a un movimiento por parte de los demás. La UE acusó a Washington de "bloquear" la posibilidad de un acuerdo debido a su férrea negativa a modificar su sistema de subsidios agrícolas, cuya disminución reclaman Bruselas y las economías emergentes. EE UU considera suficiente el recorte de ayudas que ya ha realizado.

Es el rito clásico. La ronda de negociaciones de la Organización Mundial del Comercio para asegurar un éxito limitado de la Ronda de Doha, empieza con expectativas muy bajas. Ayer, el Comité de Negociaciones Comerciales (CNC) se reunió para mantener un intercambio de ideas. Fue una partida de póquer. Ninguno de los grandes bloques está dispuesto a ceder en materia de subsidios y tarifas de los aranceles que se aplican a la entrada de productos agrícolas.

Uno a uno, los representantes del llamado Grupo de los Seis (Japón, Estados Unidos, Unión Europea, India, Australia y Brasil) fueron describiendo sus posiciones ya conocidas. El presidente de la OMC, Pascal Lamy, que preside el CNC, terminó con su exhortación habitual, en el sentido de que el tiempo para llegar a un pacto de agota.

"Las posiciones no parecen moverse. Si es así será difícil que la Unión Europea pueda hacer uso de la flexibilidad que se contempla en cualquier negociación", explicó anoche a EL PAÍS la ministra española de Agricultura, Elena Espinosa.

El comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, pone como condición para acercar la propuesta comunitaria de recortar un 39% los aranceles que se aplican a la entrada de productos agrícolas en el mercado de los Veinticinco, al 54% que quieren Brasil y los países emergentes, que estos últimos, a su vez, abran sus mercados a los productos industriales de los países más desarrollados. "No hemos advertido por parte de Brasil ninguna flexibilidad en este punto", señaló la ministra.

Fuentes comunitarias advirtieron ayer que la posición de Estados Unidos no muestra margen alguno de negociación. La Administración Bush propone un recorte del 67% en las tarifas aduaneras, pero no está dispuesta, por razones de clientela electoral, a reducir los subsidios internos que concede a sus agricultores.

El secretario de Agricultura de Estados Unidos, Mike Johanns, declaró ayer que sólo el 40% de los granjeros norteamericanos reciben subsidios. "Hemos puesto una gran oferta agrícola sobre la mesa", dijo, y se lamentó por no haber encontrado eco.

Fuentes comunitarias indicaron, en relación con el encuentro del G-6, que Estados Unidos "bloqueó todo el proceso" por su negativa a reducir el apoyo a su agricultura, algo que reclaman la UE -pone como ejemplo la reforma de la Política Agraria Común- y las economías emergentes. Éstas se reúnen en el llamado G-20, potencias agrícolas encabezadas por Brasil e India, que quieren ver facilitado su acceso a otros mercados. Otras fuentes europeas explicaron que EE UU "no quiere hacer ningún movimiento", al menos en este momento, y señalaron que la reunión del G-6 se centró particularmente en la "presión" que trataron de ejercer la UE y el G-20 sobre la primera economía del mundo.

Según algunas fuentes comunitarias, "la oferta de la UE está más cerca del G-20 que de Estados Unidos", a pesar de que hay signos de que, de momento, Bruselas no se plantea hacer nuevas concesiones al no ver movimientos en otras partes, informa Efe.

El ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Celso Amorim, aseguró ayer que las negociaciones de la Ronda de Doha "se acercan rápidamente a una crisis". Pero precisó que "a veces ésta es necesaria para tomar decisiones difíciles" que permitan llegar a un acuerdo. "No sería la primera vez", añadió.